El obispo Salvador Rangel, de la Diócesis de Chilpancingo en el violento estado mexicano de Guerrero (sur), dijo este domingo que narcotraficantes le prometieron que no matarán candidatos en el proceso electoral.
"Aproveché para hablar con ellos, para pedirles que ya no hubiera más asesinatos de candidatos, y me prometieron que iban a evitar esto, y que dejarían una elección libre", dijo el prelado al término de una misa.
Rangel explicó que el viernes pasado se reunió con un "alto capo de la droga" para gestionar la reinstalación de agua y luz en un poblado del municipio de Heliodoro Castillo, en la montaña de Guerrero.
Yo hablo con unos y con otros, yo solo les pido que no asesinen, que no secuestren, y que traten bien a las gentes
Aunque no detalló con quién se reunió, dijo que los líderes del narcotráfico le pidieron dos condiciones: "evitar que se compre el voto", y que "los candidatos cumplan lo que prometen, porque cuando llegan al poder se olvidan de la gente".
No es la primera vez que Rangel admite haber hablado con líderes del crimen organizado. En febrero, tras el asesinato de dos sacerdotes en Guerrero, señaló que hacía dos años había conversado con un grupo para salvar la vida de un sacerdote.
"Estoy tratando de que no haya más asesinatos", dijo en una entrevista a la radio mexicana.
Este domingo, el obispo exigió que no se le embarre con el narcotráfico. "Yo me relaciono con ellos y no les pido ni dinero ni una posición política", dijo.
"Yo hablo con unos y con otros, yo solo les pido que no asesinen, que no secuestren, y que traten bien a las gentes", agregó.
Guerrero es uno de los estados más golpeados por la violencia ligada al crimen organizado en México.
Como parte de su estrategia, grupos criminales en México suelen buscar influir en los gobiernos locales y la policía de las zonas donde operan.
Varios aspirantes a cargos populares han sido asesinados en Guerrero en las últimas semanas. Apenas a inicios de marzo, el aspirante a una alcaldía en Zihuatanejo, en la costa del estado, fue asesinado a balazos.
En 2017, Guerrero tuvo 2.318 homicidios, la cifra más alta de todo el país.
(Con información de AFP)
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