Algunos de los capos del narcotráfico más reconocidos de México, molestos por el incremento de precios a la comida chatarra dentro de las prisiones federales, han encontrado un aliado en la Procuraduría Federal del Consumidor.
La Profeco señaló que los prisioneros no deberían ser estafados y que deberían poder comprar productos al mismo precio que en cualquier tienda.
El periódico Reforma reportó el miércoles que algunos de los capos más reconocidos del narcotráfico, incluyendo al ex líder del cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes, se encuentran entre las decenas de reclusos que firmaron una denuncia ante la Profeco.
Horas después, la agencia anunció que había abierto una investigación.
Los reclusos afirman que los precios aumentaron 20% desde que los centros penitenciarios se reorganizaron en octubre, incrementando el costo de una bolsa de Cheetos de 255 gramos (8,9 onzas) de 36 pesos (2,35 dólares) a 60 pesos (3,30 dólares).
(Con información de AP)