Kenni Mireya Finol (26 años) llegó a Ciudad de México huyendo de la pobreza y la violencia de Venezuela. Pero allí, en su nuevo destino, encontró la muerte a manos de un sicario con quien había mantenido una relación tormentosa. Conocida como La Muñequita de Vitrina, Kenni soñaba con ser como Paris Hilton. Pero nunca lo lograría.
Por las urgencias económicas que atravesaba su familia, debió abandonar en su Maracaibo natal sus estudios en Comunicación Social. Fue entonces que pensó en emigrar y dedicarse a otra cosa. En 2015, ya radicada en México y sabiendo de su belleza, pensó que podría ayudar a su familia desde allí anotándose en un sitio de damas de compañía. La prostitución fue, pues, su fuente de ingresos.
Se enroló en un sitio conocido como Zona Divas desde donde consiguió bastante dinero. El suficiente como para vivir bien y poder enviarle unos ahorros a su familia necesitada en Venezuela. Ese servicio de escort sería su perdición.
Nacida y criada en un barrio pobre de Maracaibo, Kenni siempre vivió rodeada de malandros. Siempre se sintió atraída por los rateros de baja monta. Pero no más que ello. Detestaba a los sicarios. Hasta que en México comenzó a salir con uno de ellos. Uno de los más peligrosos de una reconocida banda de las afueras de la ciudad.
Lo conoció en una fiestas, de acuerdo a la información suministrada por el diario El Universal. Y a partir de allí entablaron una relación de noviazgo. Su novio era conocido con el alias El Pozole. Pero al principio, Kenni no sabía quién era ni a qué se dedicaba. Hasta que lo vio matar frente a ella. Brayan Mauricio González pertenecía a la banda criminal La Unión Tepito.
Fue en abril de 2017 cuando la joven sintió que su vida peligraba a su lado. Que no estaba cómoda y que la violencia aumentaba. Fue entonces que grabó su primer video en el que revelaba que estaba saliendo con él, con El Pozole.
Hacia finales de septiembre del año pasado, la relación entre Kenni y el sicario llegó a su fin. "Él mata por hobby, ni porque le paguen. Viví con él y varias veces mató por nada en mi cara", reveló en otro video.
En octubre fue el primer aviso violento: el delincuente y cinco de sus secuaces secuestraron por unas horas a Kenni y a una de sus amigas. Las golpearon con furia. Le fracturaron el brazo, la cara estaba hinchada por los golpes. Horas después la dejaron en su vivienda. Apenas podía moverse. Fue allí cuando rogó por su vida.
"Ya yo me mandé a bajar de todo de la página para que vea, ahí. Me abriste como un hueco horrible. Mírame todo. Estoy demasiado inflamada. Espérate que se me pase un poquito para yo movilizarme". Le estaba suplicando por un poco de tiempo para poder huir y volver a Venezuela.
Pero la obsesión de El Pozole por la venezolana no terminó. La siguió buscando continuamente y le exigía que se apartara de su profesión. No quería que estuviera más en Zona Divas. Le ordenó que abandonara el país, y allí fue su primera amenaza: "Maldita, te voy a matar". "No quería que putee más", reveló la joven en otra grabación que subía a las redes sociales.
Sin embargo, todo cambió para peor cuando González comenzó a vincularse con otra mujer de ese sitio de escorts y amiga de Kenni. Se trataba de Karen Ailen Gradzniski, argentina. El sicario le ordenaba que le informara si su ex publicaba nuevamente para conseguir clientes.
Pero dos días después de Navidad, el cuerpo de Karen fue hallado sin vida con un disparo en la cabeza en el Hotel Pasadena. Kenni no dudó un instante: había sido El Pozole. Y ahora temía más que nunca por su vida. Antes había advertido a quien había sido su amiga: "No te confíes de nadie. Haceme caso".
"Él la mató en el mismo Pasadena. Le dio un tiro y me llamó. Me dijo: 'mira, maté a Karen'… ¡Ese hombre acababa de matar a Karen y me va a matar a mí!", fue otra de las grabaciones de Kenni. La amenaza contra la venezolana no tardó. Y fue directa: "Las maté a todas. Bueno, solo es tu aviso. Ese es mi primer objetivo que te había dicho. Ahorita sí, agárrese. Que en Oxxo donde la vea mal parada, la mato".
El 25 de febrero, Kenni finalmente fue asesinada. Su cuerpo había sido abandonado en una calle frente a la escuela Colonia Casa Nueva de Ecatepec torturado. La autopsia reveló que incluso le habían arrojado ácido en su rostro. Murió asfixiada.
La investigación por el crimen de Kenni está en manos de la Fiscalía del Estado de México y la Procuraduría de la ciudad capital. Creen que las muertes de estas escorts tienen relación con las de otras mujeres dedicadas a esta actividad. El Pozole, por el momento, continúa libre. Trabajando como sicario.
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