Dos empleados de una estación de gas hallaron un cráneo con orificio de bala y una quijada partida en dos con varios dientes, en un terreno baldío del municipio de Nogales, en Sonora.
Los trabajadores descubrieron los restos al advertir que dos perros callejeros peleaban y mordían un hueso que, a la distancia, parecía una cabeza. Al acercarse comprobaron que se trataba de un cráneo y llamaron a las autoridades.
Al predio, que se encuentra a espaldas de un lugar conocido como Las capillas de la Santa Muerte, llegaron elementos de la Agencia Ministerial de Investiación Criminal, quienes acordonaron el área y en el rastreo encontraron también la dentadura de una persona.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia de Sonora trasladaron los restos para su identificación en laboratorio mediante exámenes de ADN.
Las autoridades informaron que familiares de desaparecidos han solicitado ya información sobre la identidad de los restos. Sin embargo, los resultados de las pruebas tardarán aproximadamente 30 días, de acuerdo con los protocolos.
Mediante los exámenes de ADN, las autoridades han identificado tres de cuatro cuerpos localizados en semanas recientes en esta zona fronteriza. Todos víctimas de homicidio, informó la fiscalía.
En enero pasado se registraron en Sonora 90 asesinatos, de los cuales 44 fueron homicidios dolosos, y de estos 26 se perpetraron con arma de fuego, de acuerdo con cifras oficiales.
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