Luis Gustavo Rodríguez Maldonado, su esposa Azucena Abarca y su hija recién nacida desaparecieron el miércoles 24 de enero en Chilapa, Guerrero. Este jueves las autoridades encontraron el cuerpo semicalcinado de Luis y más tarde hallaron los restos de una mujer decapitada y, al lado de ella, una hielera con una bebé viva adentro. Las autoridades presumen que se trata de la esposa y la hija de Gustavo.
El hallazgo del cuerpo de Gustavo ocurrió a partir de un reporte anónimo que alertó a los policías municipales de Chilapa de los restos semicalcinados de dos hombres encontrados en la colonia Progreso. Uno de ellos sólo calzaba una bota color café, tenía puesto un calcetín negro, pantalón de mezclilla y una playera blanca.
De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, una de las víctimas era Luis Gustavo, reportado como desaparecido el 24 de enero, junto con su esposa Azucena Isabel Abarca Vargas y su hija de 4 días de nacida. Adriana Maldonado, madre del joven de 17 años, identificó los restos en el lugar.
Horas más tarde, el vocero de seguridad de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó sobre el hallazgo de un cuerpo de mujer y de una bebé viva que estaba adentro de una hielera en una camioneta Nissan de doble cabina con reporte de robo.
Los policías encontraron a la víctima sin cabeza y con el abdomen vendado por una posible cesárea. Al lado de su cuerpo estaba la hielera con la recién nacida vida. Las autoridades presumen que la víctima es Azucena y la bebé, su hija.
Los peritos levantaron el cuerpo y lo trasladaron al Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo para corroborar su identidad. La bebé fue trasladada al hospital para una valoración médica.
Luis, Azucena y su hija se encontraban la tarde del 24 de enero en su carpintería ubicada en la colonia Centro, cuando un grupo de hombres armados los secuestraron junto con otras cuatro personas que atestiguaron los hechos.
Silvestre Rodríguez dijo en conferencia de prensa que al parecer los hombres que secuestraron a su sobrino y su familia son policías estatales.
El familiar de Luis y dirigente de una organización de personas con capacidades diferentes mostró supuestos mensajes que su sobrino le envió en WhatsApp donde mencionaba que las autoridades estatales se los llevaban por la fuerza hacia la localidad de Atzacoaloya.
Roberto Álvarez mencionó en un comunicado que culpar a las autoridades estatales por la desaparición de Luis, Azucena y su hija era "reprobable". Se desconocen la identidad y el paradero de las otras cuatro personas.
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