Este año que finaliza deja en claro que en México ejercer el periodismo es una profesión de alto riesgo. El país latinoamericano ya suma 12 periodistas asesinados en 2017.
La última víctima fue Gumaro Pérez Aguinaldo, reportero de La Voz del Sur y a su vez trabajador del ayuntamiento de Acayucan, en Veracruz, quien fue atacado a balazos por dos hombres que entraron a la escuela de su hijo durante el festival escolar de Navidad.
Este fue el segundo asesinato cometido contra periodistas en ese municipio y el tercero en Veracruz este año.
En 2017, 65 periodistas fueron asesinados en el mundo. En México se registran 12 casos, misma cifra que Siria, lo que lo convierte en el país que no está en guerra más peligroso para quienes ejercen esta profesión. Siria, en los últimos seis años, ha sido la nación más mortífera para los periodistas.
El reporte anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) tiene la cifra de 11 periodistas asesinados en México este año. Sin embargo, este martes se sumó el caso de Gumaro Pérez Aguilando.
RSF destacó que en México la presencia de los cárteles del narcotráfico y la corrupción de los políticos son temas que abordan los comunicadores y los hacen blanco de amenazas, agresiones o asesinatos.
A nivel global, después de Siria y México, los países con más periodistas asesinados son Afganistán (9), Irak (8) y Filipinas (4).
De los 65 periodistas asesinados en 2017, 50 eran profesionales, 7 eran ciudadanos que realizaban labores informativas y 8 eran colaboradores de los medios de comunicación. Pese a todo, RSF destacó que la cifra bajó un 18% comparado con los casos de 2016.
La organización también reportó la muerte de 10 mujeres periodistas, el doble de 2016, entre ellas, la mexicana Miroslava Breach, quien fue asesinada en marzo pasado en la capital de Chihuahua.
Si bien Reporteros Sin Fronteras resaltó la disminución de casos, refirió que es necesario fortalecer las medidas de prevención como las campañas internacionales y la preparación en seguridad para reporteros en coberturas de conflictos.
Para mantener un registro y visibilizar estos golpes a la libertad de expresión en México, el portal Gatopardo publicó la lista de los periodistas asesinados en ese país en 2017.
Cecilio Pineda Brito fue asesinado el 2 de marzo en Ciudad Altamirano, Guerrero. Era director del diario La Voz de la Tierra Caliente y colaborador del periódico El Universal. Cubría la fuente policíaca del diario y, según Proceso, unos días antes de ser asesinado el periodista publicó un video en su cuenta personal de Facebook en el que hablaba de la relación del gobierno de Héctor Astudillo Flores con el grupo delictivo Los Tequileros, liderado por Raybel Jacobo de Almonte. Hasta la fecha no hay acusados.
Ricardo Monlui Cabrera fue asesinado el 19 de marzo en el municipio de Yanga, en Veracruz. Era director de El Político y dueño del portal digital elpolitico.com.mx. Escribía la columna "Crisol", que aparecía en El Sol de Córdoba y El diario de Zalapa. El Comité para la Protección de los Periodistas publicó que el tema en torno a la industria azucarera y los intereses económicos en la zona han llevado a varios enfrentamientos violentos.
Hasta la fecha no hay acusados.
Miroslava Breach Velducea fue asesinada el 23 de marzo en Chihuahua. Era corresponsal del diario La Jornada, colaboraba con el periódico El Norte de Chihuahua y fue directora editorial de El Norte de Ciudad Juárez. La BBC la definió como "periodista incómoda" porque sus publicaciones continuamente hablaban sobre corrupción política, violación a derechos humanos, agresiones a comunidades indígenas y narcoguerra.
Ya fueron identificados los presuntos asesinos, pero no han sido capturados.
Maximino Rodríguez Palacios fue asesinado el 14 de abril en La Paz, Baja California Sur. Llevaba dos años trabajando para un portal de denuncia ciudadana. Escribía en la sección policiales y tenía una columna titulada "Es mi opinión". Hasta la fecha no hay acusados.
Filiberto Álvarez Landeros fue asesinado el 29 de abril en el municipio de Tlaquiltenango, Morelos. Trabajaba para la estación de radio La Señal, en donde fue interceptado después de su programa, que comenzaba a las ocho de la noche. Hasta la fecha no hay acusados.
Javier Valdez Cárdenas fue asesinado el 15 de mayo en Culiacán, Sinaloa. Trabajaba como reportero del semanario local RíoDoce –del que fue fundador– y era corresponsal del periódico La Jornada. En septiembre del 2016, Valdez publicó el libro Narcoperiodismo, en el que narra historias de periodistas que han sido víctimas de la delincuencia. Hasta la fecha no hay acusados.
Jonathan Rodríguez fue asesinado el 15 de mayo en Jalisco. Era reportero del diario El Costeño, del municipio de Autlán, Jalisco. El auto en el que viajaba con su madre, Sonia Córdova –directora de información del diario– fue emboscado por cinco sujetos armados. El vehículo recibió 25 impactos de bala. Jonathan falleció en el lugar y su madre sobrevivió. El Costeño había recibido amenazas en días anteriores. El reportero era hijo de Héctor Rodríguez, director del medio informativo.
Salvador Adame desapareció el 18 de mayo en Michoacán. El periodista era director de Canal 6tv, en Nueva Italia, Michoacán. Su familia y colaboradores denunciaron la desaparición el 19 de mayo. El 26 de junio, la Procuraduría de Michoacán anunció el hallazgo de los restos de Adame en estado de calcinación, en Barranca del Diablo, en el municipio Gabriel Zamora, en Michoacán.
Luciano Rivera fue asesinado la madrugada del lunes 31 de julio en un bar en Playas de Rosarito, en Baja California. Dirigía la revista Dictamen y era accionista del canal CNR, donde era conductor de noticieros. Rivera fue asesinado con disparos de arma de fuego.
Cándido Ríos fue el primer periodista asesinado bajo la protección del gobierno federal a través del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Fue asesinado el 22 de agosto en el municipio Hueyapan de Ocampo, en Veracruz. Entró en 2013 al programa de protección porque se sentía amenazado por el ex alcalde de dicho municipio, Gaspar Gómez Jiménez.
Edgar Esqueda fue un fotoperiodista que colaboró de forma recurrente con los portales digitales Metrópoli SLP y VoxPópuliSLP. Su desaparición fue reportada por la organización Artículo 19 el 5 de octubre. El periodista fue "levantado" en su domicilio por hombres armados vestidos de policías. El viernes 6 de octubre se dio a conocer que su cuerpo fue encontrado cerca del aeropuerto de San Luis Potosí.
Gumaro Pérez Aguilando fue asesinado frente a su hijo el 19 de diciembre, en Acayucan, Veracruz. Pérez Aguilando había recibido amenazas de muerte desde 2012. Un comando armado entró a asesinarlo en las instalaciones de la escuela primaria Aguirre Cinta.
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