Asesinaron a un alcalde electo en el violento estado mexicano de Veracruz

Santana Cruz Bahena, elegido en junio pasado alcalde del municipio de Hidalgotitlán, de unos 18.000 habitantes, fue muerto a tiros por razones que aún se investigan. Se presume que en el ataque participó "un grupo delictivo vinculado al tráfico de combustible robado", detallaron las autoridades

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Santana Cruz Bahena, elegido en
Santana Cruz Bahena, elegido en junio pasado alcalde del municipio veracruzano de Hidalgotitlán

Un grupo de hombres armados asesinó este lunes al alcalde electo de un pequeño municipio del estado oriental de Veracruz, uno de los más violentos de México, informó la fiscalía estatal.

Santana Cruz Bahena, elegido en junio pasado alcalde del municipio veracruzano de Hidalgotitlán, de unos 18.000 habitantes, fue muerto a tiros por razones que aún se investigan, precisó la institución en un comunicado.

Se presume que en el ataque participó "un grupo delictivo vinculado al tráfico de combustible robado", detalló la autoridad.

Testigos dijeron a la AFP que los agresores eran cerca de 30 y que se transportaban en 12 camionetas.

Durante una hora "estuvieron recorriendo el pueblo, lanzando disparos al aire. La policía municipal no llegó, prefirieron esconderse en la iglesia y la comandancia", relató un vecino que no quiso revelar su identidad por temor a represalias de los atacantes.

Cruz Bahena, del partido político Nueva Alianza, debía asumir el cargo el primero de enero próximo y se preparaba para ofrecer este lunes una fiesta en el pueblo, refirieron pobladores.

Otros tres alcaldes fueron asesinados en distintos estados de México el mes pasado, mientras que casi medio centenar han sido ultimados desde el 2003, según datos de la Asociación Nacional de Alcaldes.

La violencia en Veracruz ha crecido este año con respecto a 2016, según cifras oficiales al mes de septiembre, que muestran un salto del 43% en los homicidios dolosos, lo que el gobierno estatal atribuye a disputas entre bandas criminales.

Las luchas son por el control de la venta de droga, el tráfico de inmigrantes centroamericanos y la renta por el robo de combustible en ductos.

Unas 190.000 personas han sido asesinadas en México desde finales de 2006, cuando el gobierno lanzó una polémica ofensiva militar antidrogas, aunque la información oficial no aclara cuántas víctimas están relacionadas con bandas criminales.

(Con información de AFP)

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