Porque no tenían dinero para pagar un flete, una familia llegó a la estación Allende del Metro de la Ciudad de México con un ataúd a cuestas para trasladarlo en el servicio público.
Eran cuatro hombres y dos mujeres que pagaron 5 pesos más (poco menos de 25 centavos de dólar) para pasar con el féretro y convencer al policía que resguardaba la entrada.
“El muertito ya pagó su entrada”, le dijeron al vigilante
"El muertito ya pagó su entrada", le dijeron al vigilante, según testimonio de Elyzabeth Sánchez, quien compartió la imagen en redes sociales.
Aunque la ley impide el acceso al Metro con objetos voluminosos o que pongan en riesgo a los pasajeros, el policía Nicolás Hernández les permitió el acceso a la Línea 2 para que llegaran a Taxqueña, donde fueron escoltados por las autoridades para asegurar que no hubiera ningún incidente.
Luego de conocer el insólito acontecimiento, el director del Sistema de Transporte Colectivo, Jorge Gaviño, dijo que enviaron al integrante de la Policía Bancaria Industrial a la Comisión de Honor y Justicia de la Secretaría de Seguridad Pública para imponerle una sanción.
Hernández actuó con "buena voluntad" al dejar ingresar a las personas con el féretro, pero violó el Reglamento de Movilidad de la Ciudad de México y el Manual de Usuarios del Sistema de Transporte Colectivo, dijo el funcionario.
De acuerdo con la norma, los usuarios no pueden acceder con objetos que puedan dañar las instalaciones o los trenes del transporte público. Tampoco pueden abordar con cosas que causen molestia o estorben, y la autoridad puede negar el servicio si las personas portan objetos que pongan en peligro a los demás usuarios.
Por ejemplo, el 14 de febrero de 2017, Día del Amor y la Amistad, negaron a los pasajeros ingresar con globos metálicos porque el material podía causar cortos circuitos.
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