Al concluir la plena identificación de 26 de los 300 restos óseos encontrados en sólo dos fosas clandestinas en Veracruz, estado de la costa del Golfo de México, las autoridades informaron de cinco sitios más donde habrá búsqueda cuerpos.
Uno está identificado desde 2011 y los otros cuatro se mantendrán en reserva por petición de familiares de desaparecidos, afirmó Roberto Campa Cifrián, subecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
En Veracruz hay 205 personas reportadas como "no localizadas", que forman parte del Registro Nacional de Dato de Personas Extraviadas o Desaparecidas, con base en averiguaciones previas que se iniciaron de enero de 2014 al 31 de julio de 2017.
Allí, colectivos de familiares de desaparecidos se reunieron este fin de semana con autoridades encabezadas por Campa Cifrián para retomar la búsqueda de restos en fosas clandestinas de la entidad y retomar una serie de acuerdos para avanzar en las carpetas investigación.
Hasta el momento suman 300 los cráneos hallados y reconocidos por la autoridad en sólo dos sitios: la colonia Colinas de Santa Fe, en el puerto de Veracruz, y la comunidad de Arbolillos, en el municipio de Alvarado, donde la búsqueda seguirá hasta diciembre.
De ese número 26 ya están plenamente identificados con base en los perfiles genéticos de desaparecidos, y serán entregados a sus familiares en un plazo de 15 días con el acuerdo de que sólo podrán ser enterrados y no cremados para seguir con las investigaciones si es necesario. El resto permanece en calidad de desconocido.
Pero la cifra de osamentas podría aumentar, porque el fiscal general del estado, Jorge Winckler, informó a la prensa local que en esos sitios habían encontrado más resto, aunque no precisó el número, pero aseguró que ya trabajan en el perfil genético para saber si alguno corresponde a los perfiles de ADN de familiares de desaparecidos.
Pero en la lista de siete lugares donde hay ubicadas fosas clandestinas, todavía faltan 5 sitios más de búsqueda. De estos, el único conocido es el rancho La Gallera, en el municipio de Tihuatán, identificado desde 2011 como un lugar de fosas clandestinas y donde familiares de desaparecidos encontraron, en agosto pasado, un horno con cenizas y pruebas de más restos.
Allí los trabajos de búsqueda estaban previstos para realizarse entre el 1 y 6 de octubre, pero el sismo del pasado 19 de septiembre obligó a posponer los trabajos, que todavía no tienen fecha próxima.
Las otras cuatro ubicaciones se mantendrán en reserva por acuerdo de las familias y para evitar cualquier interferencia en las investigaciones, dijo Winckler al concluir la reunión con familiares que duró aproximadamente 5 horas.
Allí las autoridades también se comprometieron a tener un registro del ADN de los familiares de las personas no localizadas en la entidad y atender de manera individual a quienes tengan a algún familiar desaparecido, aun cuando no pertenezcan a alguno de los colectivos organizados.
Las organizaciones a su vez impulsan la campaña "Súmate por un ADN" para recabar fondos para la compra de reactivos de identificación, que cuestan entre 10,000 y 15,000 pesos. A la fecha, Veracruz ha recibido 7 millones de pesos para la compra de equipo que ayude a identificar restos.
En México hay aproximadamente 1,000 fosas clandestinas repartidas por todo el país, de acuerdo con un estudio del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, institución privada que encabezan jesuitas.
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