Samanta, una joven francesa de 25 años, llegó a la Ciudad de México el 14 de septiembre para pasar en la capital mexicana una semana y después viajar a la zona maya del sureste. Pero sus planes cambiaron repentinamente el 19 de septiembre, cuando el sismo la sorprendió en un café con dos amigos mexicanos con quienes se hospedaba.
Apenas pasado el susto, cambió su vuelo para regresar a Francia dos días después del temblor, dicen Juan Carlos García y Roberto Zúñiga, los jóvenes que la recibieron en su departamento de la calle Juan de la Barreda, en la colonia Condesa, una de las más afectadas.
"Todos los extranjeros huyeron", dice Juan Carlos. "Los entiendo porque sólo nosotros podemos con un susto así".
Pero también pueden visitantes como Angie Muñoz, quien viene de San Diego, en California. "Tengo seis años que voy y vengo a México y en California tenemos mucho de esto", dice respecto de los temblores.
Desde aquel martes, a la Ciudad de México y los estados de Morelos y Puebla, en el centro del país, el temblor les derrumbó la visita de turistas, al menos por el momento.
En esta zona centro del país, durante la semana posterior al 19 de septiembre los hoteleros reportaron la cancelación repentina de 50% de sus reservas, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles.
Sin embargo, el pasado jueves 5 de octubre, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aseguró que los estados afectados "están de pie y tienen la capacidad para seguir recibiendo a miles y millones de turistas que quieran conocer estos destinos". Al inaugurar el XVII Congreso Internacional de Turismo, aseguró que el único impacto que sufrieron los destinos turísticos fue en 1% del patrimonio cultural, histórico y arqueológico, es decir, alrededor de 1.500 monumentos.
Efectos en la economía local
En los barrios más atractivos de la Ciudad de México, como las colonias Roma y Condesa, Coyoacán y Xochimilco al sur y el Centro Histórico, la afluencia de visitantes extranjeros bajó sensiblemente.
Los extranjeros que viven en la Roma y la Condesa lidian mejor con el miedo a otro temblor, pero sufren las consecuencias en sus negocios. Como Martín Villarruel, argentino de 35 años y dueño del restaurant "La Victoria", ubicado en la calle de Colima, en la colonia Roma Norte. "Como verás, estamos en medio de la zona cero, la calle está cortada y el edificio de enfrente todo medio derrumbado. La gente pasa con miedo, los coches no pueden transitar y la gente que pasa caminando por aquí sólo mira hacia arriba todo el tiempo", dice al subir la mirada hacia el inmueble dañado por el sismo que está frente a su restaurante.
En Xochimilco, donde hay aproximadamente 1.200 trajineras que se desplazan por los canales, los turistas prácticamente desaparecieron y la actividad se detuvo, asegura Domingo Campos, representante de trajineros en el embarcadero de Nativitas.
Influyó, dicen los trajineros, el video difundido en redes sociales que muestra cómo se vivió el temblor en los canales.
Xochimilco en México 😔 terrible lo que está pasando… pic.twitter.com/8XTKKnIJzX
— Ryan Hoffman (@DebRyanShow) September 19, 2017
Ahora, para contrarrestar el efecto, lanzaron el pasado fin de semana un video de un mariachi cantando el tradicional Son de la Negra a bordo de una trajinera.
"Aquí me quedo"
El secretario de Turismo mexicano, Enrique de la Madrid, y representantes hoteleros confían en que el efecto negativo del sismo sobre la actividad turística en Mexico se revertirá muy pronto.
El funcionario mexicano dijo, en una entrevista para la revista turística Travel Weekly, que la "infraestructura (turística) no quedó muy afectada".
También el presidente de la AMHMM, Rafael García, confía en que la actividad pueda recuperarse pronto, sobre todo en la Ciudad de México, que resultó la más afectada por las cancelaciones de reservas de los viajeros. Pero aclara que 97% de la infraestructura hotelera opera de manera normal.
Por lo pronto, el Consejo Mexicano de Promoción Turística de México ha girado instrucciones a sus oficinas en el extranjero para que informen a los países que las zonas turísticas del país están de pie, por lo que "no hay razón alguna para que los visitantes cancelen planes de viaje a México", de acuerdo con un comunicado.
Pero así como hay turistas que abandonaron de inmediato el país, otros decidieron quedarse. Es el caso de la española Silvia Bravo Meléndez, de 23 años, quien viajó a la Ciudad de México desde el País Vasco. "Al momento del sismo sí que pasé miedo, y los siguientes cinco días estaba un poco inquieta", dice. "Pero ahora estoy más tranquila y mis amigas (Itziar González y Mayalene Martínez) y yo pensamos quedarnos hasta el 10 de enero aquí", afirma. Mayele además se trasladó a Morelos para ayudar en las labores de acopio y distribución de ayuda. Pero confiesa que en su momento "sí me quise devolver a España".