Los llaman Los Topos, y el apelativo tiene una razón de ser: son ellos los que saben cómo encontrar vida en medio de la muerte. Ellos buscan entre los escombros a los sobrevivientes de derrumbes.
"Aceptar la muerte, renunciar a la vida, no hay padre, no hay madre, no hay noche ni día, no hay remuneración, no hay frío ni calor, no hay miedo, no hay comida, únicamente hay servicio a los demás… entonces eres un topo", dice uno de ellos en el documental Bajo los escombros. Así se sienten y la ciudadanía se los reconoce.
Ayer, instantes después del devastador terremoto de 7,1 que azotó a México y cuando los edificios empezaban a caer, la gente – y los periodistas que cubrían en vivo la debacle- gritaban lo mismo: "Que vengan Los Topos".
Aceptar la muerte, renunciar a la vida, no hay noche ni día, no hay remuneración, no hay frío ni calor, no hay miedo, no hay comida, únicamente hay servicio a los demás… entonces eres un topo
El grupo se formó con voluntarios que llegaron a brindar auxilio de forma espontánea el 19 de septiembre de 1985. Según detalla Televisa, después de las labores de rescate, el grupo se abocó a la organización social, demolición y reconstrucción de viviendas hasta que en 1986, El Salvador también sufrió un terremoto… Y Los Topos comenzaron su carrera internacional.
Así, el grupo ha realizado tareas de rescate en diversas partes del mundo. Prestaron auxilio durante el sismo Kobe en Japón en 1995, un derrumbe en El Cairo, Egipto, en 1996, el terremoto en Colombia en 1999 y el sismo en Fukushima, en 2011.
El grupo no recibe retribución de ningún tipo, ni de parte de autoridades nacionales o locales, y se mantienen con donaciones.
Hoy, son Los Topos -siempre vestidos de naranja- los que comandan la dramática búsqueda de sobrevivientes en la Ciudad de México.
Documental Bajo los escombros que muestra el trabajo de Los Topos:
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