Hasta finales de 2016 el número de desaparecidos en México llegó a 30.049, lo que representa 7.717 personas más en comparación a agosto de 2014. De los desaparecidos, el 11,7% son extranjeros, principalmente migrantes centroamericanos.
Un informe del Ministerio del Interior entregado al Senado aclara que no todos los casos se refieren a expedientes de desaparición forzada o de personas que desaparecen a manos de grupos criminales, sino que también puede tratarse de víctimas de otros delitos o simplemente de alguien que por su voluntad decidió irse sin dejar rastro.
Sin embargo, entre los tres primeros estados con mayor número de expedientes abiertos destacan dos en los que los cárteles narco tienen fuerte presencia: Tamaulipas, el primero a nivel nacional, con 5.558 casos, y Jalisco, el tercero, con 2.444 registrados.
Tamaulipas, Estado de México y Jalisco, Sinaloa, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila representan el 67% de los casos a nivel nacional, del fuero común (relacionadas con averiguaciones previas, carpetas de investigación o actas circunstanciadas del fuero común).
Los casos del fuero federal registrados se concentran en estados diferentes a los del fuero común. Guerrero tiene la mayor cantidad, con 270, Veracruz le sigue con 192 casos y Tamaulipas registra 122.
Por rango de edad, la mayoría está entre los 15 y los 39 años.
En agosto de 2014, la Fiscalía Federal informó que en el país se habían contabilizado 22.322 personas "no localizadas", de las cuales 12.532 correspondían a la administración previa a la de Enrique Peña Nieto.
El tema de los desaparecidos en México se agravó a raíz de la guerra contra el narco iniciada en diciembre de 2006 en la administración de Felipe Calderón Hinojosa. Padres de familia han integrado grupos que con picos y palos emprende la búsqueda de fosas clandestinas con restos humanos en las que pudieran estar sus hijos.
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