Los estudiantes desaparecieron hace casi 3 años.
Jan Nimmo es una cineasta y artista plástica escocesa que desde hace más de dos décadas está ligada a México. Estudió en el Instituto Nacional de Bellas Artes, ha recorrido distintos estados plasmando los matices que tiene el país. A través de su arte ha plasmado sus costumbres populares, sus paisajes, su gente.
Desde 1992 recorría tierras aztecas dos o tres meses al año "en plan económico", en autobuses de segunda clase, para conocer los pueblos más emblemáticos de los estados de Chiapas, Yucatán, Guerrero, Morelos, Colima, Michoacán, Puebla, Veracruz, Campeche, Querétaro, Guanajuato, Tlaxcala, Hidalgo. A México, como dice, "lo tengo grabado debajo de la piel".
Como muchos, se solidarizó en 2014 con las voces que empezaron a exigir la aparición con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos el 26 de septiembre de ese año a manos de fuerzas del Estado.
Jan no pisa tierras mexicanas desde 2001, la falta de recursos le impiden viajar a México, pero de alguna forma quería que este hecho no pasara desapercibido porque después de leer y escuchar noticias sobre las movilizaciones de los padres para exigir la aparición de los jóvenes, quería solidarizarse con la causa como una forma de retribuir "lo bien que se había portado conmigo la gente en México, en especial de Guerrero, que tengo buenos recuerdos".
Mientras pensaba la forma de ayudar a las familias, empezó a dibujar algunos rostros de los 43 jóvenes desaparecidos.
"Empecé a darme cuenta que las cosas estaban cambiando. Sabía que había una guerra sucia y que las cosas estaban difíciles en Guerrero. Cuando pasó lo de los estudiantes me impactó mucho porque yo conocía esos pueblos y cómo era la gente. Me sentía muy triste, con mucha rabia", dice a Infobae.
Gracias a viejos amigos en Guerrero fue conociendo más detalles sobre la personalidad y las familias de los estudiantes desaparecidos y así durante un año fue pintando sus rostros tratando de capturar los mayores detalles posibles.
En su cuenta de Twitter en la que en ese momento discutía principalmente el tema de la independencia de Escocia del Reino Unido, empezó a publicar una por una las fotografías de los jóvenes.
Se dio cuenta que un grupo llamado Ilustradores por Ayotzinapa estaba ayudando a difundir retratos de los estudiantes, también una ilustradora mexicana en Nueva York. Con ellos obtuvo más información y su proyecto fue tomando forma.
"Al principio las historias de los muchachos y sus padres no eran visibles, pero poco a poco empezaron a salir más imágenes e información y empecé a hacer de cada detalle algo biográfico, la idea fue retratar a los muchachos como personas, no como cifras", explica.
Arte en medio de la desolación
La desaparición de los 43 jóvenes, hace casi tres años, después de un enfrentamiento con policías federales, estatales y municipales, ha sido llevado por sus padres alrededor del mundo.
La falta de una explicación satisfactoria por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto sobre el destino de los estudiantes, de los que tampoco han aparecido los cuerpos, ha despertado la indignación y constantes manifestaciones en distintas partes de México y otros países para exigir que aparezcan con vida.
"Me preguntan por qué siempre Ayotzinapa, porque también me importa lo que sucede en México, sobre todo la desaparición forzada. Porque quiero mucho a México y a lo mejor la impresión que le doy a la gente es que sólo doy a conocer lo negativo, pero eso es porque quiero a México y no quiero que estén viviendo de esa forma, con la violencia que se ve en Guerrero, en Acapulco, Veracruz, hablamos de muchos. Mi trabajo es contar estudias a través de los retratos. Un retrato puede explicar quién es", dice la artista plástica.
Mientras juntaba más información sobre la historia de los jóvenes desaparecidos, Jan seguían pintando. Con el pasar de los meses entró en contacto con mexicanos en Alemania, entre ellos la tuitera @LolaReinadelSur, muy popular por su activismo por Ayotzinapa.
También encontró en el camino a Eréndira Sandoval Carrillo, una activista de Guerrero, quien le acercó datos biográficos de los jóvenes y la puso en contacto con los padres, a algunos los conoce vía telefónica.
Con su activismo desde Glasgow, Jan logró llevar el tema de Ayotzinapa hasta el Parlamento local, donde se montó una exposición con los rostros de los jóvenes.
Para el primer año de la desaparición de los 43, el 26 de septiembre de 2015, los retratos terminados les fueron entregados a los padres y ahora los llevan a cada una de las marchas que organizan para exigir la aparición de sus hijos.
Los retratos, juntos y en lo individual, se volvieron en un referente de la lucha por la aparición de los normalistas. Tuiteros los adoptaron para el llamado "Pase de lista", una acción por la que a través de tuits masivos se exige todos los días se presiona al gobierno federal para que explique dónde están.
La sábana completa en la que aparecen los normalistas ha aparecido en conciertos de diversos artistas.
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