Cuando se trata de proteger especies animales en peligro de extinción las campañas en redes sociales, marchas, manifestaciones y la intervención de figuras reconocidas son los métodos mas usados.
El artista mexicano Farid Rueda, representante del llamado Arte Urbano hace las cosas a su modo: toma paredes o bardas sin color alguno para plasmar en la superficie las figuras de esos animales a punto de desaparecer, como una forma de conectarse con al naturaleza y generar conciencia sobre lo importante que son estas especies en nuestras vidas.
México es uno de los 12 países con mayor diversidad de especies en el mundo, con unas 200.000. Posee el 10% de las especies existentes en el planeta, de las cuales, el 50% son endémicas. Su existencia se limita a una zona específica.
La Norma Oficial Mexicana (NOM) 059-SEMARNAT-2010, relativa a las especies de flora y fauna en riesgo, ha identificado 2 mil 606 especies (anfibios, aves, hongos, mamíferos, invertebrados, peces, plantas y reptiles) que se encuentran en riesgo. Hay especies importantes para México que continúan desapareciendo. Es aquí donde interviene el artista que con una técnica basado en el uso de aerosoles plasma animales gigantes.
Su labor para generar conciencia ha traspasado fronteras y actualmente realiza una gira por Europa donde con colores vivos ha dejado constancia de su paso por España, Lisboa, Colombia, Cuba, Alemania y Holanda.
"La interacción que tiene el trabajo con la gente creo que es algo que convive con las personas y lo mantiene existente, no es algo que vas a meter a una galería y ahí va a permanecer encerrado", dijo en une entrevista en YouTube.
Para quienes se dedican al arte urbano, el enviar mensajes a través de sus imágenes puede ser más efectivo que el discurso de un político o una campaña oficial, porque no pocos de sus exponentes son personajes originarios de barrios populares. Cuando la gente ve que alguien que considera su igual expresa que hay que proteger a los animales, tiene más credibilidad que la de una figura pública o un político, por quienes se pueden sentir utilizados.
"Farid Rueda retoma animales en extinción, el derecho de los animales, el cuidado y la concientización. Todo lo aterriza con una particularidad en cuanto al color, la proporción y la forma, que les dan un sello único y esa autenticidad y parte de identidad son aclamados en cualquier parte del mundo porque traen un discurso universal, aceptado y necesario", dice a Infobae Israel Aldana, fundador en Cayab Estudios, uno de los más activos en la promoción del arte urbano en México y Europa.
"Es como sucede en toda la historia de la comunicación gráfica: No te lo está diciendo el político. Te lo está diciendo alguien igual a ti, que viene de la calle, que se convierte en un líder. Hay ejemplos de artistas de Latinoamérica que vienen de distintos barrios y eso ayuda a la que la comunidad tome conciencia", considera.
La fuerza de color
Rueda retoma en sus obras colores típicos de México, como los rosas fuerte, azules brillantes y verdes que generan un impacto aún más fuerte y atractivo que la propaganda de un político o un clásico póster como los que suelen imprimir las organizaciones gubernamentales con sus campañas.
Otra parte importante en la obra de Rueda son las especies endémicas, muchas veces desconocidas en sus lugares de origen.
En grandes murales en las calles de México como las de la capital y zonas turísticas como Cancún y Mazatlán, se pueden observar sobre paredes que antes eran grises, las coloridas figuras de especies en peligro de extinción como el jaguar, distintos tipos de loros, tortugas, el venado mexicano y la típica águila real que aparece al centro de la bandera.
"Busco que sean animales endémicos o del entorno para que haya empataría con la gente", afirma en la artista en la entrevista en video.
Otras de sus obras están plasmadas en las estaciones del llamado "Mexicable", en el Estado de México, el único teleférico en el mundo que pasa sobre una avenida.
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