La entrega de Dámaso López Serrano "El Mini Lic", presunto sucesor de Joaquín "El Chapo" Guzmán al frente del poderoso Cártel de Sinaloa, es la pieza que le faltaba a Estados Unidos para tener la información completa sobre los nexos entre las élites criminales y políticas en México.
Las confesiones de López Serrano ante las agencias de inteligencia norteamericanas pueden ser más peligrosas porque a diferencia de Guzmán Loera, "El Mini Lic" y su padre, actualmente preso en México, ya están fuera del negocio y no tienen a nadie que proteger, hicieron notar analistas de los dos países.
El joven capo, quien en los últimos meses disputó el control del cártel a los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán y a Ismael "El Mayo" Zambada, se entregó a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) el miércoles, informaron este jueves medios mexicanos citando a agencias gubernamentales.
En su contra existía una orden de detención en México y era buscado también por EEUU.
La entrega se da en un momento en el que inician las conversaciones para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, EEUU y Canadá, vigente desde 1994, y cualquier información que proporcione le da ventaja al gobierno de Donald Trump para conseguir que México se abra a temas como defensa.
"La pelota está en la cancha de los vecinos. México tiene que repensar todo lo que pensaba negociar del TLCAN. Si en el pasado se logró concentrarse en los temas de economía y dejar fuera temas como defensa, mejor que vaya pensando en abrir todos los temas", advirtió Carlos Rodríguez Ulloa, analista del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), integrado por más de 50 expertos de México y Estados Unidos.
Con "El Chapo" y con el "Mini Lic" en suelo norteamericano, el gobierno de Donald Trump tiene a su disposición toda la información de la élite criminal y sus relaciones del poder del pasado y del presente y también de las alianzas que se estaban tejiendo, dejó en claro en diálogo con Infobae.
"Él se va a dar información hasta de su organización y va a desatar más rencillas y mas violencia. Cuando él dé información se va a desatar algo muy fuerte", consideró por su parte Guadalupe Correa Cabrera, investigadora invitada del Wilson Center, en Washington.
Una joya de información
Rodríguez Ulloa aseguró que si se entregó en Estados Unidos fue porque no sólo quiere negociar sino porque también temía por su vida y no dimensionó que su cabeza es para el gobierno "una joya de información".
El padre del "Mini Lic", Dámaso López Núñez, fue detenido en mayo pasado en la capital mexicana. Está preso en una cárcel de máxima seguridad desde donde ha señalado a través de sus abogados su deseo de ser extraditado ante el temor de que lo puedan asesinar.
Con su entrega, López Serrano cuida su vida y la de su padre. De alguna manera puede rescatar parte del dinero que tendría en EEUU, pero también le va a dar a las agencias de investigación "un paneo más extenso de la relación entre todos los grupos de poder en México".
"Es una joya de información para presionar a la parte institucional y la delincuencial", recalcó Rodríguez Ulloa. Lo que sigue analizar es qué va a hacer EEUU con toda la información.
"Le debe preocupar a todos los que hicieron alianzas o asociaciones con grupos delictivos. Hoy EEUU tiene dos versiones de actores centrales de la trama de la delincuencia: el que ya fue (El Chapo) y a uno de los narcos millennials", agregó.
Si algo le pasa a su padre en suelo mexicano, él mismo podría hacer pública la información que le dé al gobierno norteamericano, pero en cuanto la administración Trump no obtenga lo que quiere de México, también puede hacer los datos públicos y librar órdenes de arresto.
Correa Cabrera recordó que en 2007, cuando el líder del Cártel el Golfo Osiel Cárdenas Guillén fue extraditado a Estados Unidos, en Tamaulipas se desató una guerra entre grupos delictivos que se mantiene hoy en día, pero también empezó a hacerse pública información que vinculó a políticos, como el ex gobernador Tomás Yarrington, preso en Italia, con el Cártel de Los Zetas.
Juan Carlos Ayala, investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), también coincide en que López Serrano va a negociar.
"Vamos a ver cuáles son las condiciones bajo las que se entregó. Seguramente va a declarar algunas cosas y eso puede tener algunas consecuencias. Algo debió haber pasado para haberse entregado", expresó.
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