Una carta anónima en la que se denunció que se escuchaba a un niño llorar constantemente dentro de una casa ayudó al rescate en la capital mexicana de un pequeño de unos cinco años que se encontraba desnudo, encadenado, sin alimentar y con huellas de maltrato.
Familiares del menor lo mantenían además en uno de los últimos cuartos de la casa, completamente cerrado. Nunca había visto la luz del sol. Al momento de ser rescatado apenas podía hablar y sólo logró decir su nombre: Anthony.
La Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (Fiscalía local) detuvo a una pareja, presuntos tíos del menor, quienes aseguraron desconocer los motivos por los cuales se encontraba en ese estado.
Pero el menor los identificó a ellos y a otras dos personas como sus papás.
El parte médico reveló que el menor se encuentra en mal estado de salud en general, con un nivel de desnutrición importante; múltiples golpes en el cráneo, tórax y la espalda, heridas en extremidades superiores e inferiores, así como una cicatriz en genitales. También presentó deshidratación.
Los padres ya son buscados mientras que el pequeño permanece en la Estancia Transitoria para Niñas, Niños y Adolescentes de la Procuraduría donde ya fue alimentado y atendido.
El Informe Nacional sobre Violencia y Salud alerta que los mexicanos muestran un alto grado de tolerancia a la violencia contra los niños, toda ves que la violencia verbal y el maltrato físico son prácticas cotidianas, e incluso se registran en algunas escuelas.
En el mundo el maltrato infantil tienen una prevalencia de entre 5 y 10%, pero en México llega hasta el 30%.
El año pasado la UNICEF hizo un llamado a actuar contra este tipo de violencia, ya que según sus registros, seis de cada 10 niños en el país ha vivido algún tipo de violencia en el hogar y uno de cada 15 castigos físicos como una forma de enseñar la disciplina.
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