El mecanismo de emergencia anunciado por el presidente Peña Nieto, no da confianza. Con desplegables, cartas de corresponsables extranjeros y organización de foros independientes, la prensa en el país busca evitar más muertes, secuestros y amenazas del narco y del Estado.
El 16 de mayo en México sucedió algo inédito: portales informativos dejaron de publicar noticias por un día en protesta por el asesinato del periodista Javier Valdez, en Culiacán, Sinaloa, un día antes. Sus portadas aparecían en negros sólo con las fotografías y nombres de los seis periodistas muertos durante el año.
Con las protestas por todo el país por el asesinato de Valdez, el gobierno de Enrique Peña Nieto se vio obligado a hacer un anunció en el que daba a conocer Acciones para la la Libertad de Expresión y para la Protección de los Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos, que básicamente se refirieron a la creación de fiscalías locales especializadas en la atención a estos delitos.
Pero las medidas presidenciales no convencieron, un a día después del anuncio, el 18 de mayo, se denunció el secuestro de Salvador Adame, director de Canal 6tv, en el estado de Michoacán, quien presuntamente fue interceptado por un grupo de hombres armados que viajaban a bordo de una camioneta negra.
Otro periodista, Juan Manuel Partida Valdez, presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa, recibió una llamada telefónica en la que le aseguraron que sería privado de la vida, luego de que sostuvo reuniones con diversas autoridades con relación al homicidio de Javier Valdez. "Mañana van por ti", le dijo una voz al teléfono.
"Hoy lunes 22, a eso de las ocho de la noche, ese testigo me llama y dice que uno de los tres presuntos asesinos de Javier Valdez le aseguró que este martes 23, mañana, me matan a mí", aseguró en su cuenta de Facebook.
"La versión de que yo estoy en una supuesta lista de periodistas a asesinar surgió desde el principio", agregó.
El homicidio de Javier Valdez, quien según las primeras investigaciones fue obligado a hincarse antes de ser asesinado de 12 tiros, despertó fuertes pronunciamientos a nivel local e internacional sobre la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los periodistas en México.
Las cifras del silencio
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) presentó a principios de mayo un reporte en el que advierte que es uno de los países más peligrosos en el mundo para la prensa, con impunidad "endémica" que permite a los grupos criminales, los funcionarios corruptos y los carteles de la droga silenciar a sus críticos.
Otro reporte, el de la organización Article 19, señala que durante 2016 se registraron 426 agresiones contra representantes de diferentes medios de comunicación. Se trató del año más violento para la prensa en México, ya que, además, se registró el asesinato de 11 periodistas en diferentes estados.
De acuerdo con un informe estadístico de la Secretaría de Gobernación (Ministerio del Interior), durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, 98 funcionarios públicos fueron "probables agresores" de periodistas, mientras que en 84 casos los ataques provinieron de "particulares" y 83 de "desconocidos".
El enojo no para
Detrás del asesinato de Javier Valdez, aseguró en una columna un periodista de Río Doce, un medio local del que fue fundador, hay gente del crimen organizado.
Y relató que Valdez fue presionado por los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán para que no fuera publicada en Río Doce una entrevista realizada a un enviado de Dámaso López "El Lic", presunto sucesor de su padre.
"Los hijos del Chapo se enteraron que lo habíamos entrevistado y presionaron a Javier para que el trabajo no se publicara. Pero les negamos la petición. Luego le hablaron porque querían comprar toda la edición, pero tampoco se les concedió. Y entonces optaron por seguir —en Culiacán y Mazatlán— al personal que entrega los ejemplares en las tiendas y en cuanto los dejaban contra recibo, ellos los compraban. Eso fue el 19 de febrero. No usaron la violencia, pero sí la intimidación", indicó el periodista Ismael Bojórquez en su columna.
"Fue a partir de estos hechos que sentimos inseguridad, sobre todo por Javier… Acordamos que debería irse un tiempo de la ciudad. Él mismo planteó el asunto con organismos internacionales que le propusieron enviarlo un tiempo fuera del país, pero le costaba trabajo separarse de la familia", expresó.
El martes se cumplieron dos meses del asesinato de la periodista Miroslava Breach, en el estado de Chihuahua, quien fue acribillada delante de uno de sus hijos. Tampoco hay avances sobre su asesinato.
Ante esta situación, el fin de semana 186 corresponsales extranjeros publicaron una carta para exigir al gobierno de México justicia para los periodistas asesinados y mayores garantías para ejercer el oficio.
"Creemos que un efectivo acceso a la Justicia es fundamental para frenar las agresiones y garantizar el ejercicio del periodismo en condiciones de seguridad y libertad. Un compromiso real y decidido contra la impunidad y por la protección de los periodistas es indispensable para convertir el asesinato de Javier Valdez en un parte aguas que ponga fin a las agresiones contra la prensa, baluarte fundamental de cualquier democracia", señala la misiva.
"Que no quede duda de que este Gobierno luchará a fin de fortalecer las condiciones para el ejercicio pleno del periodismo profesional, riguroso y valiente que, como expresó el Presidente Peña Nieto hace unos días, México necesita. Que no quede duda tampoco, de que las instituciones responsables de la investigación están haciendo uso de todas sus capacidades, para llevar ante la justicia a quien o quienes asesinaron a Javier Valdez", respondió el vocero presidencial, Eduardo Sánchez, a los corresponsales extranjeros.
De manera independiente, más de 50 organizaciones, medios de comunicación y universidades convocan a un foro para compartir experiencias y definir qué es necesario hacer para terminar con el ciclo de violencia e impunidad contra la prensa.
En tanto, este miércoles, en todos los periódicos nacionales y algunos estatales apareció un desplegado titulado "Basta Ya" en el que "como profesionales de la información, denunciamos la ofensiva asesina que han padecido miembros de nuestra comunidad en el ejercicio de su tarea de investigar y difundir las actividades de la criminalidad, entre estas, la narco delincuencia en México".
LEA MÁS: