El "Santo Niño Huachicolero" y los perversos métodos que utilizan para ocultarse los ladrones de gasolina en México

La mafia de los huachicoleros utiliza a niños y mujeres para evitar la entrada de las fuerzas policiales a sus pueblos o para distraerlas. Pagan hasta cinco veces el ingreso promedio de una persona en el estado de Puebla, su centro de operaciones

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Las protestas en la carretera
Las protestas en la carretera a Puebla, el jueves pasado, luego de que la policía disparara contra mujeres y niños cuando perseguían a huachicoleros (AFP)

Las bandas de huachicoleros (como se conoce en México a quienes roban combustibles para venderlos en el mercado negro) convirtieron una zona del estado de Puebla, conocida como el "Triángulo Rojo", en tierra de nadie. Tan sólo el último jueves, en un enfrentamiento, murieron 10 personas.

El gobernador Antonio Gali, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), prometió el despliegue de 2.000 militares en los municipios que comprenden la zona de riesgo (Tepeaca, Palmar del Bravo, Quecholac, Acatzingo, Acajete y Tecamachalco).

El problema es que el despliegue de fuerzas se encontrará con un recibimiento: generalmente en los enfrentamientos las bandas utilizan niños y mujeres como escudos para defenderse de las fuerzas del orden.

Así sucedió el pasado miércoles por la madrugada y jueves cuando militares llegaron a una parte de municipio de Quecholac para detener a "chupaductos" –como también se les llama-, pero fueron recibidos por niños y mujeres a los que no podían atacar.

La muerte de una mujer desembocó en una airada manifestación contra las Fuerzas Armadas que bloqueó la autopista Puebla-Orizaba durante varias horas.

Unos quinientos pobladores prendieron fuego a llantas y acusaron a los soldados de disparar contra civiles. En tanto que las fuerzas castrenses refirieron que los criminales se escudaron detrás de pobladores.

La presencia de mujeres y niños se explica con el pago mensual de 12.000 pesos (USD 600), que las bandas pagan a este segmento de la población, en lugares donde el ingreso mensual promedio es de 4.500 pesos (USD 230).

El gobernador Antonio Gali confirmó la entrega de estos pagos. Los niños cumplen la función de halcones, es decir, están vigilantes sobre los movimientos que hay en los pueblos, si llegan extraños, policías, visitantes, hombres armados, e inmediatamente lo comunican a las bandas.

En México, la edad para la imputabilidad penal es de 18 años. Por ello, en caso de ser detenidos, los menores son enviados a un centro tutelar en el que se les rehabilita, lo que no pone en riesgo información que pudieran tener sobre las bandas.

Pero también tienen una doble función: igual que las mujeres sirven como escudos humanos en los operativos de seguridad, el poner a los niños y mujeres por delante ayuda a los perseguidos a ganar tiempo, huir o atacar por sorpresa a los cuerpos de seguridad.

En videos y fotografías difundidas por la cuenta de Twitter del Grupo de Coordinación Puebla Segura –integrado por distintos cuerpos de seguridad y niveles de gobierno- se observa cómo a la entrada de la zona de conflicto están mujeres con celulares, algunas con el rostro cubierto, grabando lo que pasa.

Más atrás se puede apreciar que están adolescentes.

Para Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM), tanto el gobierno del estado como los medios de comunicación no deben criminalizar a las familias.

A su juicio, los videos mostrados por las autoridades no muestran por completo que las mujeres ni los niños estén fungiendo como escudos y tampoco han podido comprobar que reciban pago alguno de los grupos criminales.

"Están criminalizando a las familias y esto tiene grandes implicaciones. Si al miso tiempo estás señalando que son un obstáculo para tu investigación, te estás exponiendo a que tu mismo personal viole los derechos humanos de la población", dijo a Infobae.

Afirmó que desde 2011 existe un protocolo para que los cuerpos armados de todos los niveles actúen cuando se enfrenten a situaciones en las que niños son usados como escudos humanos.

Incluso, un niño los protege: el año pasado se hizo popular una imagen del "Santo Niño Huachicolero", una figura del niño Jesús con un garrafón de gasolina que fue criticado por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez, quien dijo que es "una distorsión de la devoción".

La imagen del Santo Niño
La imagen del Santo Niño Huachicolero

Pero también, hay casos de personas que viven en estas poblaciones que padece alguna enfermedad y acude a las casas donde se reúnen los huachicoleros a pedir ayuda y al obtenerla, los ve como protectores.

Por el estado de Puebla, en el centro de México, atraviesa uno de los ductos de gasolina más importante del país. La gente, especialmente trasportistas, compra a estos grupos porque venden la gasolina hasta 61% más barata que el precio oficial.

La agencia de noticias Efe publicó que a principios de noviembre, en el mercado huachicolero la gasolina premium se encontraba a un precio de 5 pesos (0,26 dólares) el litro, y actualmente está a 7 pesos (0,36 dólares), un 61,5 % por debajo del precio de ese tipo de combustible en las estaciones de servicio.

Un transportista que platicó brevemente con Infobae la semana pasada en Puebla, reconoció que taxistas, chóferes de transporte público, traileros y particulares son los principales clientes de estas bandas, pues al comprar la gasolina más barata, aumentan sus ganancias.

El gobierno de Puebla tiene identificados a dos líderes criminales queoperan la zona: 'El Bukanas' y 'El Toñín', quienes formarían parte de una célula del Cártel de Los Zetas en Puebla.

En México, nadie es leyenda en el mundo criminal hasta que no tiene su corrido, y en el caso de los huachicoleros, ya tienen varios: "Del Triángulo Rojo", de un grupo llamado los Nato y los Huachix, o la canción "La cumbia del huachicol".

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