Un grupo de víctimas del llamado "Matanovias", un presunto asesino serial en la Ciudad de México que mata a sus parejas y después les corta el cabello como trofeo, abrió una página de Facebook para recabar información sobre Jorge Humberto Martínez Cortes, detenido en 2010 y dejado en libertad.
En dos semanas, la página "Justicia para Todas" ha logrado casi 17.000 seguidores.
El "Matanovias" estrangula a sus víctimas, les corta el cabello para llevárselo y, antes de huir, monta la escena para hacer parecer que sus ex parejas se suicidaron. Algunos familiares de mujeres asesinadas reclaman que ya han advertido a las autoridades de la capital mexicana sobre la manera en la que opera el asesino serial, pero hasta ahora sigue libre.
A través de la página, su administradora, Sandra Alanís, familiar de una las mujeres asesinadas, ha recibido información sobre una posible víctima que sobrevivió —sería la segunda que no murió— y quiere presentar su testimonio ante las autoridades.
También testimonios de personas que afirman haber visto un hombre con las características de Martínez Cortes en la Ciudad de México.
Las tres víctimas hasta ahora identificadas son Campira Camorlinga Alanís —asesinada en 2014—, Yang Kyung Jun Borrego —asesinada en 2016—, mientras que Adriana Ramos Hernández vivió para contarlo.
Ramos Hernández, ex novia del presunto asesino, señaló que en 2011 sufrió un ataque de extrema violencia por parte de su ex pareja.
“Me fracturó la nariz. Me dio un cabezazo. Me arrastró por las escaleras. Me regaló un gatito y lo aventó de la azotea de la casa y lo mató”, relató una de sus víctimas
Adriana sobrevivió gracias a que pudo defenderse, golpear a su novio con un mazo y sacarlo de su casa antes de que la asesinara. En su testimonio confirmó que no sólo le corta el cabello a sus víctimas, sino que también colecciona pedazos de tela y de zapatos tenis.
Algunas fotografías del presunto asesino se consiguieron a través de la misma red social, donde mantiene activo su perfil como "Joy Agoten".
En un cateo realizado al que fuera su último domicilio, la policía de la capital mexicana encontró fotografías de algunas víctimas, dibujos de demonios y la réplica de un cráneo, con el que tomaba bebidas.