Producción de hidrógeno limpio a partir de residuos agrícolas: un avance clave hacia la descarbonización

Investigadores de la Universidad de Cardiff han desarrollado un innovador método para obtener hidrógeno sin emisiones contaminantes, utilizando bioetanol derivado de desechos agrícolas como materia prima, informa New Scientist

Guardar
El equipo de Cardiff ha
El equipo de Cardiff ha diseñado un procedimiento innovador que transforma bioetanol, derivado de residuos agrícolas, en hidrógeno y ácido acético, sin generar emisiones de gases de efecto invernadero (Freepik)

Un equipo de científicos ha desarrollado un nuevo método para producir hidrógeno sin emisiones de carbono a partir de residuos agrícolas, ofreciendo una alternativa más sostenible y eficiente en comparación con los procesos actuales.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Cardiff y publicado en New Scientist, destaca el potencial de esta innovación para transformar la producción de hidrógeno y reducir el impacto ambiental de la industria química.

Una alternativa sostenible a la producción tradicional de hidrógeno

El hidrógeno es considerado un pilar clave en la transición energética, especialmente en sectores difíciles de electrificar, como la industria del acero, la producción de productos químicos y el transporte de larga distancia.

Sin embargo, la producción actual de hidrógeno está dominada por el reformado de gas natural, un proceso que consume grandes cantidades de energía y libera considerables emisiones de dióxido de carbono (CO₂).

Otra alternativa es la electrólisis del agua utilizando electricidad de fuentes renovables, pero este método sigue siendo costoso y poco accesible a gran escala.

Frente a estos desafíos, el equipo de Cardiff ha diseñado un procedimiento innovador que transforma bioetanol, derivado de residuos agrícolas, en hidrógeno y ácido acético, sin generar emisiones de gases de efecto invernadero.

El papel del bioetanol y el nuevo catalizador

El proceso desarrollado por los investigadores se basa en el uso de un catalizador compuesto de platino e iridio, que permite extraer hidrógeno del bioetanol y el agua sin liberar CO₂.

Según Graham Hutchings, líder del proyecto, el bioetanol utilizado puede producirse a partir de materiales vegetales de desecho, lo que convierte esta técnica en una opción renovable y sostenible.

El bioetanol empleado puede producirse
El bioetanol empleado puede producirse con materiales vegetales de desecho (Freepik)

“No generamos CO₂, por lo que no estamos creando un problema ambiental”, explicó Hutchings a New Scientist.

Estamos utilizando una fuente biológicamente sostenible de carbono e hidrógeno para producir hidrógeno renovable y ácido acético. Es un avance bastante interesante”.

Un proceso más eficiente y comercialmente viable

Uno de los principales beneficios del método es su bajo consumo energético en comparación con la producción de hidrógeno a partir de gas natural.

Esta eficiencia energética sugiere que el proceso podría ser escalable y económicamente viable. El siguiente paso, según los investigadores, será atraer inversión privada para construir una planta de demostración que valide la tecnología en condiciones industriales.

Desafíos y limitaciones

A pesar de su potencial, el proceso enfrenta ciertas limitaciones. El método genera hidrógeno junto con ácido acético, un compuesto químico utilizado en la industria alimentaria, farmacéutica y química, pero cuya demanda mundial es relativamente baja.

Actualmente, el mundo consume alrededor de 18 millones de toneladas de ácido acético al año. Debido a la relación de producción entre ambos compuestos, si toda la demanda mundial de ácido acético se cubriera con este método, solo se podrían obtener aproximadamente 1 millón de toneladas de hidrógeno, una cantidad insuficiente para satisfacer las necesidades de un mundo descarbonizado.

“En términos de escala, hay cierto desajuste”, reconoció Klaus Hellgardt, investigador del Imperial College London, citado por New Scientist.

Una solución parcial, pero con impacto en la industria química

Aunque esta nueva tecnología no podrá cubrir toda la demanda de hidrógeno en una economía neta cero, sí podría jugar un papel clave en la reducción de la huella de carbono de la industria química.

Actualmente, el ácido acético se obtiene mayormente a partir de fuentes fósiles, y este proceso ofrecería una alternativa limpia y renovable.

“El ácido acético que usamos hoy en día proviene del carbono fósil, pero con este método podemos producirlo a partir de fuentes sostenibles, explicó Hutchings.

En un contexto en el que el mundo busca reducir su dependencia de los combustibles fósiles, innovaciones como esta ofrecen soluciones parciales pero significativas en la lucha contra el cambio climático.

La combinación de tecnologías, desde la electrólisis del agua hasta procesos más eficientes como este, será fundamental para garantizar una transición energética efectiva y sostenible.