Árboles navideños reciclados transforman el hábitat de los animales en un zoológico de Inglaterra

La época navideña, con sus luces y decoraciones, deja a menudo una estela de desechos una vez concluidas las celebraciones. Uno de los elementos más icónicos de estas festividades, los árboles de Navidad, suele terminar en vertederos al llegar en enero. Sin embargo, en Inglaterra, una iniciativa innovadora está transformando estos restos de las fiestas en un recurso valioso para la naturaleza y los animales. El zoológico Noah’s Ark, en Bristol, ha encontrado una manera ingeniosa de convertir estos árboles en un regalo para sus residentes animales mientras contribuye a la sostenibilidad ambiental.

Desde hace cinco años, el zoológico Noah’s Ark invita a los residentes de Bristol a donar sus árboles de Navidad usados ​​en lugar de desecharlos. Esta campaña tiene un doble propósito: enriquecer la vida de los animales que habitan el zoológico y reducir el impacto ambiental asociado con los desechos generados en esta época del año. Durante este tiempo, el zoológico ha logrado evitar que unos 15.000 árboles de Navidad terminen en vertederos.

Estos árboles, que de otro modo quedarían como basura, encuentran un segundo propósito en los recintos del zoológico. De acuerdo con el curador del parque, Chris Wilkinson, la iniciativa no solo es un acto de reciclaje, sino también una forma de proporcionar estímulos y mejorar el bienestar de los animales. “Los árboles marcan una verdadera diferencia en la vida de los animales”, le explicó Wilkinson a la BBC, destacando la variedad de formas en las que los diferentes animales interactúan con ellos.

Los árboles donados cumplen múltiples funciones dentro de los recintos. Para algunos animales, como los elefantes, los árboles son una fuente de alimento. Estas criaturas disfrutan arrancando las hojas de los pinos, explorando cada rama y, en el proceso, fortaleciendo su comportamiento natural de búsqueda de comida. “Podemos enterrar los árboles en la arena y crear un bosque entero para que los elefantes lo exploren”, le explicó Wilkinson al mismo medio.

Otros animales, como los osos de anteojos y los rinocerontes, aprovechan los árboles para buscar alimentos ocultos entre las ramas. Este tipo de actividad fomenta la exploración y el uso de sus sentidos, replicando experiencias similares a las que tendrían en sus hábitats naturales. En el caso de los suricatos, los árboles son un paraíso para el juego y la exploración. Larry Bush, biólogo de vida silvestre en el zoológico, explicó en el mismo medio de comunicación: “Cuando creamos un nuevo estímulo dentro de su espacio, como estos árboles de Navidad, sienten mucha curiosidad y usan todos sus sentidos para explorar este nuevo enriquecimiento”.

Además de estas funciones prácticas, algunos animales simplemente disfrutan del aroma y la textura de los pinos. Los árboles son utilizados para frotarse, lo que no solo les proporciona placer, sino que también mejora su salud al limpiar su pelaje o estimular la piel.

Este año, la iniciativa tuvo un enfoque especial en los osos de anteojos, una especie nativa de la Cordillera de los Andes. En lugar de apilar los árboles en una gran masa, el zoológico decidió plantar un bosque improvisado en su recinto. Esta disposición permitió a los osos interactuar con los árboles de maneras diversas: trepándolos, escondiéndose entre ellos o incluso tumbándolos, comportamientos que reflejan su naturaleza curiosa y juguetona. Wilkinson describió la escena como comparable a la reacción de un perro frente a una pila de hojas en otoño: entusiasmo puro y exploración sin límites.

Para los cuidadores del zoológico, estos momentos son valiosos porque permiten observar comportamientos naturales en un entorno controlado, reforzando la importancia de este tipo de enriquecimientos para el bienestar animal.

El zoológico Noah’s Ark no es el único lugar en el Reino Unido donde se busca dar una segunda vida a los árboles de Navidad. En Yorkshire, una empresa de alquiler de árboles en macetas está promoviendo una alternativa sostenible al uso de árboles de un solo uso. Bajo este modelo, las personas alquilan árboles vivos para la temporada navideña y luego los devuelven en enero para que sean replantados. Esta práctica no solo reduce los residuos, sino que permite que los árboles sigan creciendo, contribuyendo al medio ambiente a largo plazo.

Otra iniciativa destacada se encuentra en el valle de Calder, una región que ha sufrido graves inundaciones en años recientes. En este lugar, los árboles de Navidad desechados se utilizan como barreras naturales contra las inundaciones. Al colocarlos estratégicamente en las laderas, ayuda a reducir la velocidad del agua de lluvia y mitigan el riesgo de inundaciones en los pequeños pueblos de la región.

La reutilización de los árboles de Navidad en el zoológico Noah’s Ark y en otras iniciativas alrededor del Reino Unido subrayan la importancia de adoptar enfoques sostenibles para manejar los desechos estacionales. Estas iniciativas no solo reducen el impacto ambiental, sino que también ofrecen beneficios tangibles para las comunidades y la fauna.

El éxito del zoológico en transformar lo que para muchos sería basura en una herramienta de bienestar animal refleja la creatividad y el compromiso con la sostenibilidad. Como Wilkinson lo resumió, “estos árboles traen consigo un espíritu navideño que no solo beneficia a los animales, sino también al planeta”.

Este modelo, que combina reciclaje con enriquecimiento animal, podría inspirar a otros zoológicos y organizaciones a explorar maneras innovadoras de aprovechar los recursos disponibles. Así, lo que comienza como un simple árbol navideño puede terminar marcando una diferencia significativa tanto en la vida de los animales como en la salud del medio ambiente.