El uso de pesticidas en la agricultura moderna está exponiendo a las abejas silvestres a riesgos significativos que comprometen su supervivencia y su capacidad para mantener los sistemas de polinización esenciales para la producción de alimentos. Según un estudio realizado por el equipo liderado por la doctora Sabrina Rondeau, investigadora posdoctoral en la Universidad de Ottawa, los residuos de pesticidas acumulados en los suelos agrícolas son el principal problema.
Uno de los descubrimientos más alarmantes del estudio, publicado en el sitio de la Universidad UOttawa, es la atracción que las abejas reinas de abejorros sienten hacia los suelos contaminados con pesticidas. Durante el invierno, un periodo crítico para su supervivencia, esta atracción aumenta su exposición a químicos tóxicos como el cyantraniliprole, un pesticida que, según la investigación, reduce tanto la tasa de vida como el éxito reproductivo de estas reinas.
Las reinas de mayor tamaño, que por lo general tienen más probabilidades de establecer colonias exitosas en primavera, resultaron ser las más vulnerables a la toxicidad de los pesticidas. “Este fenómeno podría tener efectos devastadores para las poblaciones de abejorros, creando una cadena de declive en generaciones futuras”, advierte Rondeau a UOttawa.
La investigación combinó estudios de campo y laboratorio, analizando residuos de pesticidas en lugares de hibernación potencial para las abejas reinas en granjas de Ontario, Canadá. Los resultados permitieron medir los niveles de exposición en entornos reales y evaluar sus efectos en especies específicas. “Es evidente que necesitamos replantear cómo protegemos a los polinizadores, porque son indispensables para la biodiversidad y nuestra seguridad alimentaria”, concluyó la doctora Rondeau.
Impacto de la pérdida de abejas silvestres
Los pesticidas también tienen repercusiones alarmantes en la biodiversidad global y en la estabilidad de los sistemas alimentarios. Más del 70% de las plantas cultivadas dependen de la polinización para su reproducción, y una gran parte de ese trabajo lo realizan abejas que viven en el suelo.
Sabrina Rondeau, destacó que la supervivencia de las abejas silvestres es crucial para mantener ecosistemas saludables. “La desaparición de estas especies podría desencadenar un efecto dominó que alteraría la capacidad de los ecosistemas para regenerarse y sostener la vida vegetal”, explicó Rondeau.
Desafíos para la seguridad alimentaria
La disminución de polinizadores silvestres tiene implicaciones directas para la seguridad alimentaria mundial. Cultivos esenciales como las frutas, las nueces y algunos vegetales dependen de las abejas para florecer y producir alimentos. Sin ellas, las cosechas serían menos abundantes y más costosas, lo que incrementaría la vulnerabilidad alimentaria en regiones afectadas por el cambio climático y la inseguridad económica.
Equilibrio ecológico en peligro
El impacto de los pesticidas no se limita a las especies polinizadoras. Muchos animales, desde aves hasta pequeños mamíferos, dependen de las plantas polinizadas para alimentarse y refugiarse. Sin abejas, las redes ecológicas que sostienen a estas especies quedarían debilitadas, amenazando la biodiversidad global.
Las abejas silvestres representan mucho más que una fuente de servicios ecosistémicos: son indicadores clave de la salud ambiental. Su desaparición es una señal de alarma que remarca la necesidad urgente de adoptar medidas para proteger a estos polinizadores y a los sistemas que dependen de ellos.
El estudio enfatiza que la protección de los polinizadores no debe recaer únicamente en los agricultores o los investigadores. Se requiere una colaboración entre gobiernos, instituciones científicas y el sector agrícola para diseñar políticas que equilibren la producción agrícola con la conservación de la biodiversidad.
En un mundo donde la biodiversidad enfrenta presiones sin precedentes, garantizar la supervivencia de los polinizadores no es solo una cuestión de preservar especies individuales. Es un acto de defensa del equilibrio natural que sostiene la vida en el planeta. El tiempo para proteger a los polinizadores es ahora, y la responsabilidad recae en todos.