En un momento en el que la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente son más urgentes que nunca, transformar nuestras viviendas en espacios ecológicos se ha convertido en una prioridad. La idea de un ecohogar va más allá de pequeños cambios; se trata de una serie de medidas y estrategias que nos permiten reducir nuestra huella ambiental, mejorar la eficiencia energética y fomentar hábitos más sostenibles en el día a día. Pero, ¿qué se necesita para convertir un hogar convencional en un espacio más respetuoso con el planeta?
La transformación de una vivienda en un ecohogar beneficia al medio ambiente y puede reducir los gastos de energía y agua. Desde renovaciones estructurales hasta pequeños ajustes en el uso diario de recursos, existe una variedad de maneras de hacer que cualquier vivienda, sin importar su antigüedad o estado inicial, pueda ser más ecológica.
Renovación sostenible de viviendas antiguas
Un ejemplo inspirador de transformación es la renovación de una casa de los años 1920 ubicada en el campus de Wiltshire College. Esta vivienda, que se encontraba en pésimas condiciones, fue restaurada para convertirse en un modelo de sostenibilidad, sirviendo como centro de capacitación para futuros ingenieros de tecnología ecológica. La renovación incluyó la sustitución de la antigua caldera de aceite por una bomba de calor de fuente de aire, la instalación de un sistema de aislamiento en techos, suelos y paredes, ventanas de doble acristalamiento de alta eficiencia y la incorporación de calefacción por suelo radiante. Esta transformación demuestra que cualquier propiedad, sin importar su estado original, puede ser convertida en un espacio ecoamigable con la estrategia adecuada.
Medidas económicas para mejorar la eficiencia energética
La impermeabilización es una de las mejoras más económicas y efectivas para reducir el consumo de energía. Mediante la aplicación de tiras selladoras en ventanas, la instalación de cepillos en buzones y el relleno de grietas en las paredes, se puede reducir notablemente la pérdida de calor. Los materiales para estos pequeños arreglos rondan los USD 10, y si se prefiere contar con la ayuda de un profesional, el costo puede ascender a unos USD 280 por hogar. Estas mejoras sencillas, que cualquier persona puede realizar, resultan en un mejor aislamiento de la vivienda, lo que disminuye la demanda de energía para calefacción.
Reducción del uso de agua y productos sostenibles
El uso eficiente del agua también es una parte importante de un ecohogar. Una alternativa sencilla es sustituir los detergentes convencionales por nueces de lavado, que generan espuma de manera natural y tienen propiedades antibacterianas. Al utilizar estos frutos en el lavarropas, el agua residual no contiene químicos dañinos y puede ser reutilizada para regar plantas y jardines. Esto no solo reduce el consumo de agua, sino que también disminuye el uso de productos químicos en el hogar. En promedio, una bolsa de 100 nueces de lavado cuesta menos de USD 10 y puede ahorrar hasta USD 0,50 por lavado.
Aislamiento térmico y su impacto en el ahorro energético
El aislamiento de los techos es una de las medidas más rentables y de mayor impacto para mejorar la eficiencia energética de una vivienda. Dado que el calor tiende a subir, gran parte de la energía destinada a calefacción se pierde a través del techo si este no está bien aislado. La colocación de lana de roca como aislante térmico es una solución económica y efectiva; su instalación puede hacerse por uno mismo y los precios rondan los USD 10 por metro cuadrado. Este tipo de aislamiento puede traducirse en un ahorro de hasta USD 380 al año en costes de energía.
Ajuste de la temperatura y reducción de costos de calefacción
Otra medida sencilla para reducir el gasto energético es ajustar la temperatura de flujo del sistema de calefacción. Esto se refiere a la temperatura del agua que circula por los radiadores, que suele estar entre 60ºC y 70ºC, pero puede reducirse a 50ºC sin afectar el confort térmico de la vivienda. Disminuir esta temperatura reduce la cantidad de energía necesaria para calentar el agua, lo que a su vez se traduce en ahorro de energía y dinero.
Uso de tecnologías renovables para reducir la dependencia de combustibles fósiles
La instalación de paneles solares y cargadores para vehículos eléctricos (VE) son estrategias efectivas para reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables. Un sistema estándar de paneles solares para una casa de tres habitaciones tiene un coste aproximado de USD 6.700, que puede llegar a USD 15.500 si se añade una batería para almacenamiento. Además, la combinación de un cargador para VE con una tarifa de electricidad nocturna puede reducir aún más los costes de energía. Dependiendo del estilo de vida y el consumo de energía del hogar, esta inversión puede recuperarse en un periodo estimado de seis años.
Integración de bombas de calor como alternativa a las calderas tradicionales
La bomba de calor de fuente de aire es una alternativa eficiente y ecológica a las calderas de gas o aceite. Con una eficiencia de hasta el 400%, permite obtener cuatro veces más energía de la que se consume. Aunque la instalación de estos sistemas tiene un coste de alrededor de USD 15.500, el gobierno del Reino Unido ofrece subvenciones de hasta USD 8.400 para reducir los costes iniciales. En función del sistema de calefacción que se esté sustituyendo, esta inversión puede generar ahorros de hasta USD 1.100 euros al año.