Las autoridades de Suiza lanzaron un concurso para encontrar soluciones efectivas a la peligrosa acumulación de municiones antiguas en varios lagos del país, como el Lucerna, Thun y Brienz. El objetivo es recuperarlas de manera segura y respetuosa con el medio ambiente, lo que fue una prioridad debido a su potencial riesgo para el ecosistema y la seguridad pública.
Las tres mejores propuestas ganarán un premio conjunto de 50.000 francos suizos (aproximadamente 57.800 dólares), a pesar de que les costará millones llevar a cabo la extracción de las municiones.
El concurso, organizado por la Oficina Federal de Contrataciones de Defensa de Suiza, busca involucrar tanto a la academia como a la industria en la formulación de métodos innovadores.
De qué consta el concurso
“Con el lanzamiento de un concurso de ideas, Armasuisse pretende implicar cada vez más a la comunidad académica y a la industria en la reflexión sobre cómo se podría llevar a cabo una recuperación segura y respetuosa con el medio ambiente de la munición de aguas profundas, en caso de que esto se convirtiera en un problema”, señaló la oficina en un comunicado de prensa.
Y agrega: “Esto podría suceder si, contra todo pronóstico, se estableciera la liberación de contaminantes de la munición sumergida durante el monitoreo continuo del agua del lago”.
Entre 1918 y 1964, toneladas de municiones defectuosas y obsoletas fueron arrojadas a estos lagos, con la creencia de que era una forma segura de deshacerse de ellas. El Lago de Neuchâtel, en particular, contiene alrededor de 4.500 toneladas métricas de municiones debido a años de prácticas de bombardeo por parte de la Fuerza Aérea Suiza, según el medio estadounidense Business Insider.
La intención del concurso no es que las ideas ganadoras se apliquen de inmediato. Sino que sirvan como inspiración o ayuda a futuros proyectos que sí implementaran las autoridades a futuro.
El comunicado explicó: “Las propuestas de concurso se podrán presentar hasta el 6 de febrero de 2025. Los trabajos presentados serán evaluados por un panel de expertos compuesto por autoridades, institutos y universidades según criterios predefinidos. El resultado del juicio se anunciará en abril de 2025″.
Las dificultades
La recuperación de estas municiones no será tarea fácil. La dificultad principal radica en la profundidad, que varía entre 150 y 220 metros, la mala visibilidad y el riesgo de explosiones. Además, la presencia de componentes no magnéticos como el cobre, el latón o el aluminio añade otra capa de complejidad al desafío logístico. Por lo que también cambia el peso y tamaño de las municiones.
El informe de Armasuisse especificó: “Todos estos factores representan grandes desafíos para la recuperación de municiones respetuosa con el medio ambiente”.
Además, en una evaluación previa realizada en 2005 se demostró que las soluciones disponibles en ese momento causarían una enorme turbulencia de barro, lo que representaría altos riesgos para el ecosistema del lago.
El comunicado dijo: “La munición sumergida está cubierta por una fina capa de sedimentos de hasta dos metros de espesor. Si los sedimentos se agitan durante la recuperación, esto podría provocar la pérdida de oxígeno, que solo está disponible en pequeñas cantidades a esta profundidad, y, como resultado, daños en el ecosistema del lago”.
La historia detrás
La historia de los problemas relacionados con municiones en Suiza no es nueva. En 1947, en el pueblo de Mitholz, 3.000 toneladas de municiones explotaron, causando la muerte de nueve personas y la destrucción del pueblo, informó el medio británico BBC.
En 2021, según BBC, se informó de que se estimaban que 3.500 toneladas de explosivos almacenados aún necesitaban ser retirados. Los residentes de Mitholz tuvieron que abandonar sus hogares temporalmente para que se llevaran a cabo las operaciones de limpieza.