En una conferencia de prensa durante la Cumbre Climática Mundial (COP 28) que se desarrolla en Dubai, el mandatario de Francia Emmanuel Macron se refirió el presidente electo argentino: “Tuve la oportunidad de conversar con el presidente Javier Milei. Tiene varias propuestas muy audaces para su país”, manifestó frente a periodistas.
Y agregó: “En los últimos años he tenido que trabajar con presidentes que, en ocasiones, presentaron propuestas muy audaces. Siempre pudimos establecer un diálogo y hacer algo razonable. Por eso, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para mantener la cooperación e incluso enriquecerla con Argentina. Y espero que se sume en lo que respecta a las cuestiones climáticas porque verá que esto también es bueno para su país”.
Durante el diálogo con los periodistas, Macron se manifestó en contra del Acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea al afirmar que ese tratado fue negociado hace 20 años y no fue actualizado, por lo que no refleja el estado actual de la crisis ambiental y la biodiversidad. Y declaró ante la prensa que su país no adherirá a ese tratado por cuestiones ambientales, al menos como está planteado actualmente.
Durante la jornada en la que se destacó la presencia del presidente de Brasil, Lula Da Silva y cuando Macron daba su opinión respecto del liderazgo del brasileño sostuvo: “Es visionario, valiente y hay mucha sinergia entre nuestras estrategias. Yo mismo iré en marzo y creo que en la lucha contra la deforestación, en una verdadera política amazónica, en cuestiones de defensa, en intereses económicos, en cuestiones culturales, tenemos una agenda bilateral sumamente densa y una alineación de puntos de vista muy fuerte”.
Inmediatamente asestó: “Y precisamente por eso, por eso mismo, estoy en contra del acuerdo Mercosur-UE, porque creo que es un acuerdo completamente contradictorio con lo que él está haciendo en Brasil y con lo que estamos haciendo nosotros, porque es un acuerdo que fue negociado hace 20 años, y que intentamos arreglar, y que está mal arreglado. No tiene en cuenta la biodiversidad y el clima dentro del mismo. Es un acuerdo comercial anticuado que desmantela los aranceles, si se me permite. En los últimos años, estos acuerdos han mejorado mucho. Hemos hecho, con las mejoras que hicimos al acuerdo canadiense, lo que hicimos con Nueva Zelanda y Chile, por ejemplo, acuerdos muy modernos donde el clima está en el centro”.
En ese contexto se refirió a las idas y venidas que ha tenido el acuerdo en los últimos años: “Hemos añadido frases al principio para complacer a Francia, pero no es bueno para nadie, porque no puedo pedir a nuestros agricultores, a nuestros industriales en Francia, sino en toda Europa, que hagan esfuerzos, que apliquen nuevos lenguajes para descarbonizar, para salir de ciertos productos, y para decirlo una vez, voy a eliminar todos los aranceles para introducir productos que no aplican estas reglas, y eso será genial”.
Y continuó: “Quiero que todos estén de acuerdo, y eso es completamente inconsistente, porque significa que estoy creando un mercado que descarboniza mi hogar para permitir que la gente consuma productos con mayor uso intensivo de carbono. Pero es necesario, con una huella de carbono asquerosa, quién sabe, ya no produciré carne ni cereales en casa con estas reglas, sino que los haré viajar miles de kilómetros para que las reglas puedan enorgullecer a otros países del mundo.”
“Agrego que si no hay acuerdo, Brasil tendrá que pagar por su política forestal. Si se deforesta más en Brasil, lo saben muy bien, se perturbarán muchos intereses financieros. La comunidad internacional y la Unión Europea deben ayudarlo y por eso recibe créditos de carbono para evitar la deforestación, porque tiene un tesoro forestal”, agregó el mandatario francés.
Y concluyó: “Por tanto, debemos pensar en un acuerdo mucho más geoestratégico, mucho más coherente con nuestras estrategias y no meternos con un acuerdo a la vieja usanza. Por eso no estoy a favor de este acuerdo. Porque hoy no sé cómo explicar este acuerdo a un agricultor, a un productor de acero, a un fabricante de cemento francés o europeo”.
En junio Lula también había manifestado su disgusto frente al acuerdo tal como está: “No podemos aceptar un acuerdo en el que salimos penalizados sino que tendrá que ser favorable para Latinoamérica”. Lula explicó en aquella ocasión que las condiciones que se les han pedido “son inaceptables”, sobre todo las relativas a los acuerdos climáticos, porque “ningún país ha respetado los acuerdos de Copenhague o París por lo que se necesita un poco más de flexibilidad y llegar a un acuerdo bueno para todos y no de países que ganan y otros no”.