Qué pasaría si los 320 millones de habitantes de los Estados Unidos se volvieran veganos

Un estudio analizó el impacto del cambio en la emisión de gases del efecto invernadero, y no dio el resultado previsible

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La receta ambiental de las hamburguesas (4 unidades) necesita: 25 kilos de alimento para animales, 25 metros cuadrados de tierra y 220 litros de agua.

Dado el alto impacto del consumo de carne en el medioambiente —una huella de carbono de entre 2,85 a 3,1 kilos por cada cheeseburger— la investigadora Robin White, del Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad Estatal de Blacksburg, se preguntó qué pasaría si todos los estadounidenses se volvieran veganos. ¿Eliminar las 150 hamburguesas al año, en promedio, de cada uno de los 320 millones de habitantes, detendría el cambio climático?

La respuesta, penosamente, es que no.

Un país de veganos reduciría las emisiones de gases del efecto invernadero en un 28% y no el 49% que actualmente implica la ganadería en los Estados Unidos, según el estudio que encabezó White, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. Además, algunos nutrientes fundamentales como las vitaminas A y B 12, los ácidos grasos y el calcio se tendrían que consumir de otro modo, si se quiere evitar las deficiencias.

Las emisiones, en efecto, bajarían de 623 millones de toneladas a 446 millones, pero el resultado indeseable sería "una provisión alimentaria incapaz de cubrir las necesidades nutricionales de la población", advirtió White, quien encabezó el estudio junto Mary Beth Hall, del Departamento de Agricultura federal.

Al calcular cuál sería el impacto de transformar todas las tierras que se dedican a la ganadería en tierras de cultivo, el estudio encontró que, en primer lugar, aumentaría el volumen de desechos de vegetales que, en este momento, se utilizan en la alimentación de los animales.

Si se eligiera quemarlos, se agregarían unas 2 millones de toneladas de carbono a la atmósfera. Al mismo tiempo aumentaría la necesidad de fertilizantes, y disminuirían los desechos de animales que se utilizan para hacerlos. Para compensar habría que fabricar más fertilizantes artificiales: otras 23 millones de toneladas de carbono se sumarían cada año.

Dejar de criar animales para consumo humano no tendría el efecto ambiental que se creía. (Shutterstock)
Dejar de criar animales para consumo humano no tendría el efecto ambiental que se creía. (Shutterstock)

Algunos colegas de las autoras, publicó Science, criticaron las limitaciones del modelo. Mario Herrero, investigador en Australia "cree que la estimación de la reducción de las emisiones de gases puede ser baja", según la revista. "Eso se debe a que el estudio no tomó en cuenta el modo en que las dietas sin animales afectarían las importaciones, que son una gran parte del mercado estadounidense de la carne".

En ese escenario, señaló Herrero, países productores como Brasil también reducirían sus emisiones. "Las repercusiones completas de hacer algo así rara vez se pueden ver en su totalidad", señaló. "Pero el estudio es un intento valiente".

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