Todos saben su nombre. Llegó en calidad de inmigrante a los Estados Unidos hace 35 años. Permanece justo en la esquina entre la 177 y Broadway (Nueva York). De piel morena y figura magra, se ha convertido en el propietario del Planet Fitness, un gimnasio al que muchos acuden con el objetivo de seguir sus pasos.
Se trata de Luis Javier, un entrenador deportivo que además de ser un ejemplo de trabajador, es el reflejo de la disciplina y la superación.
“Una de mis clientas es una muchacha que tiene mucha disciplina y entrega. Por los resultados que ha logrado es el boom del gimnasio, porque ha alcanzado lo más exigente: el six pack”, dice.
Pero el camino que ha tenido que recorrer Javier para lograr llegar ganarse el aprecio de sus clientes, tener su negocio propio y continuar siendo vital, no ha sido fácil.
Todo comenzó cuando era un estudiante de Ingeniería en Alemania. En el transcurso de sus estudios experimentó dolores y malestar corporal. Tras una serie de exámenes médicos, el diagnóstico no era nada esperanzador: Luis Javier tenía siete tipos de artritis, una condición que para la medicina occidental no tiene cura.
“Llegué a una etapa en que no me reconocerían si me vieran en una foto. Había perdido, en gran parte, mi capacidad motora. Me la pasaba sentado porque no podía estar de otra manera por el dolor”, explica.
Esa condición, cuenta, lo llevó a probar todo tipo de alternativas para mejorar su salud. Y tras conocer a una persona que le habló sobre el uso de productos naturales para remediar su malestar, decidió probar. Aquello fue el primer paso que lo motivaría a continuar.
Convencido de los resultados, comenzó a estudiar Medicina Ayurveda, una vertiente originaria de la India que usa ingredientes naturales y entonces, cuenta, comenzó a hablar sobre ello a todas las personas que conocía. Inclusive lo invitaron a compartir su experiencia en eventos multitudinarios.
Cuando se graduó, decidió abrir un consultorio, pero inquieto y con siguiendo con la convicción de que “el cielo es el límite”, rápidamente instauró un nuevo propósito en su vida: “el cuerpo necesita ser usado, entrenado, fortalecido, acondicionado”, dice.
Estudios online: el comienzo de una nueva pasión
Luis Javier es un ejemplo vivo de que la edad en realidad es solo un estado mental.
“Cuando ven la condición física que tengo a mis 70 años de edad y con los resultados que dan mis planes de entrenamiento, la gente se acerca. Así es como he conocido a muchos de mis clientes en el gimnasio”, comenta satisfecho.
Pero para lograr ayudar a otros, Luis Javier inició anotándose a un gimnasio. Así, partiendo de su conocimiento empírico y de su don de gente, pudo acercarse a algunos compañeros para hacer ejercicio y compartir consejos para mejorarlos. Esto lo fue llevando a querer saber más, pues sabía que la medicina natural, sumada a un conocimiento sobre el cuerpo de los seres humanos y su estado físico, podía mejorar sus resultados.
Fue en redes sociales donde encontró una promoción para un Diplomado en Entrenador Personal de Aprende Institute, una escuela en línea que le pareció adecuada para capacitarse como entrenador personal.
“En términos de tecnología estoy atrás. Yo soy un principiante en eso. A veces, cuando voy a hacer una videollamada, necesito ayuda para conectarme. Esta fue mi primera experiencia con la virtualidad, pero después de haber logrado tanto, nada iba a detenerme”, cuenta Luis.
Aunque no contaba con la experiencia en el uso de la computadora o teléfono, tenía a la mano un beneficio muy valioso, cuando tenía alguna duda, solo enviaba un mensaje por WhatsApp a los expertos del sitio y le ayudaban a solucionar rápidamente. Podía ver las clases pre grabadas por las noches y conectarse a estas en vivo cuando le fuera posible; sin preocuparse por el horario.
“Los conocimientos no tienen edad”
El avanzar en sus estudios no solo le ha significado entender mejor cómo funciona el cuerpo sino incluso mejorar su condición física. En ese punto, explica, avanzó tanto que logró hacer un ejercicio que es difícil para personas con entrenamiento avanzado: 12 repeticiones de barras (o dominadas) con una pesa rusa de 50 libras (22.6 kg) colgada de su cuerpo.
“Cuando comencé a estudiar me di cuenta que ahí estaba realmente lo que yo buscaba, porque yo tenía un vacío de conocimiento. Y cada curso que avanzaba en el diplomado, me emocionaba más; de manera que me olvidé de lo demás y me enfoqué en esto, porque la satisfacción es al doble: me siento bien cuando ayudo a la gente, y ellos me dan las gracias”, dice con una sonrisa en su rostro.
No obstante, en una ocasión un amigo le interrogó sobre su decisión de estudiar a su edad. Indagó en sus objetivos después de la tercera edad y entonces su respuesta fue “los conocimientos no tienen edad”
Unos meses después, Luis Javier obtuvo su certificado como Entrenador Personal en Aprende Institute y los resultados no se hicieron esperar, pues hoy a la cabeza de su propio gimnasio, su clientela en su no solo permanece fiel, sino que lo recomienda con nuevos clientes.
Hoy por hoy, cuenta, dedica parte de su tiempo a realizar un diplomado en Nutrición y Buena Alimentación en Aprende Institute y también planea seguir su camino de la educación en línea con otros cursos complementarios que ofrece la plataforma, pues tal cual como lo señala, su siguiente objetivo es entrenar a un atleta profesional: mi objetivo es encontrar un pelotero, pues “cuando ellos encuentran a una persona que les ayuda a que su potencial físico se desarrolle, surge una gran oportunidad para seguir creciendo en esta carrera”.