La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta a más de 2,5 millones de personas en el mundo, causa la pérdida de mielina (capa aislante que se forma alrededor de los nervios), el envejecimiento prematuro de las células del sistema nervioso, además de generar dificultades en el habla, la movilidad y la vista.
Durante el NS Innovation 2021, el evento anual que reúne a la comunidad técnica y científica que trabaja en el campo de la neurociencia y que organiza Biogen, algunos científicos consultados en el evento explicaron la importancia del microbioma intestinal en el desarrollo de este tipo de enfermedades.
“El ser humano es un súper organismo que contiene un genoma humano y una serie de comunidades microbianas que tiene sus propios genes, proteínas y metabolitos, que conforman diferentes ecosistemas. La función principal del microbioma es actuar como un biorreactor; interviene en diferentes funciones fisiológicas del cuerpo humano y aquí, quiero resaltar el papel importante que tiene en el mantenimiento de la barrera mucosa intestinal y la regulación del sistema inmune local”, indicó la doctora Sandra Paipilla Monroy, gastroenteróloga especializada en la influencia del ecosistema intestinal en la salud.
Qué es el microbioma y cómo se conforma:
“Este microbioma tiene una serie de influencias externas que van a favorecer su formación, desde el mismo momento que se da la concepción, factores de la madre, genéticos, empiezan a jugar un valor importante. Luego al momento del parto, el tipo de parto, la edad gestacional, las experiencias que tiene este niño, el tipo de alimentación, si recibe o no lactancia materna, son de los factores más importantes en la modulación de la conformación del microbioma intestinal.
La localización geográfica, donde se desarrolla el uso de medicamentos, especialmente de antibióticos, las experiencias personales que tiene cada individuo frente a estados de salud y enfermedades, llevan a la conformación del microbioma intestinal. Podemos decir entonces, que el microbioma es un sistema microbiológico complejo, que tiene más de tres millones de genes super altos, superando en más de diez veces el número de genes que tiene el cuerpo humano y es el responsable de la salud del huésped con cooperación de la barrera de la mucosa intestinal y del sistema inmune asociado a la mucosa”.
Relación entre el microbioma intestinal y la esclerosis múltiple
En línea con lo mencionado por la especialista, el doctor Sergio Berancini, neurólogo de la Universidad de California en San Francisco, detalló datos de los antecedentes en investigación que llevaron a establecer una importante relación entre el microbioma intestinal y el desarrollo de esclerosis múltiple:
“Tal vez el estudio más llamativo es el que mostró Harmut Werkele y su grupo en Max Plant, en Alemania, cuando trataron a ratones y los mantuvieron de forma estéril, sin contacto con el exterior. Son ratones genéticamente modificados que a lo largo del tiempo empiezan a desarrollar la IAI (Intolerancia Ambiental Idiopática). Lo que pasó fue que, cuando los ratones los mantenían en esterilidad, los ratones no desarrollaban la enfermedad, mientras que el grupo de ratones que estaba en un ambiente convencional, el 80 %, luego de un tiempo, desarrollaba la enfermedad. Y estos mismos ratones que se mantenían estériles, cuando los colonizaban con microbioma de otros ratones en las condiciones naturales, adquirían nuevamente la capacidad de desarrollar esta respuesta autoinmune.
Entonces, esas fueron las cosas que en cierta forma nos motivaron a intentar establecer cuál era el rol del microbioma en la esclerosis múltiple en humanos”.
Influencia de la salud en el microbioma intestinal y el desarrollo de enfermedades autoinmunes
De acuerdo con Paipilla, “este microbioma intestinal, cuando se encuentra en equilibrio, es decir, en homeostasis, se refleja en la membrana de la mucosa intestinal, que no permite el paso de antígenos ni de toxinas hacia la parte interna de la membrana mucosa intestinal, y digamos este es el escenario ideal”.
Pero explicó que, “cuando se dan los estados de disbiosis -se caracterizan por la pérdida o la representación insuficiente de especies beneficiosas que habitualmente son dominantes y a un aumento de la abundancia de especies minoritarias que, a menudo, incluyen patobiontes o patógenos oportunistas-, por un desequilibrio que se da en el ecosistema del intestino, donde proliferan patógenos, o hay disminución en la diversidad, van a suceder cambios a nivel de la mucosa intestinal, convirtiendo al intestino en una superficie permeable, que va a permitir que se pierda la mucina, que es la primera capa de defensa no inmune”.
Cabe señalar que, según la experta, la ciencia viene demostrando que la alimentación y especialmente la leche materna, es fundamental en el desarrollo de un ecosistema intestinal saludable:
“Los microbiomas mejor conformados son los de aquellos pacientes que beben leche materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Algunos estudios muestran que el recibir fórmulas maternizadas para completar la nutrición de la lactancia materna o inclusive, de aquellos niños que definitivamente no toman nada de leche materna, tienen una conformación de su microbioma altamente comprometido”, agregó.
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