Kim Kardashian entró en pánico cuando se dio cuenta de que había recuperado dos kilos antes de la MET GALA Gala 2022, donde lució el icónico vestido de Marilyn Monroe.
La estrella de la marca interior Skim” reveló en el último episodio de “The Kardashians” que alcanzó su meta de peso de 53 kilos “nuevamente”, pero tuvo que llegar a extremos para lograrlo.
“Entonces, había llegado a los 53 kilos y luego subí a 55 nuevamente, lo que me estaba volviendo loca”, le dijo Kardashian a su entrenador personal en el episodio del jueves.
Para ayudar a perder esos kilos adicionales que necesitaba para ponerse el emblemático vestido de Marilyn Monroe, Kardashian compartió que compró un traje de sauna para intensificar la reducción de su cuerpo.
“Compré este traje de sauna y me lo puse y te hace sudar”, explicó Kardashian sobre el arduo trabajo que puso en el gran evento de mayo en el que lució sólo unos minutos el atuendo de una de los mujeres más glamourosas de Hollywood,
“Todo esto: perder peso, teñirse el cabello durante 30 horas, salir del hotel en bata, llegar allí, cambiarse en la alfombra roja, simplemente caminar hacia la alfombra roja y luego cambiarse nuevamente a una réplica del vestido porque no puedo arriesgarme a sentarme en él y cenar, es todo por unos 10 minutos de mi vida… eso es todo”, reflexionó Kardashian.
Kardashian, de 42 años, también anticipó la reacción negativa que recibiría más tarde por usar la pieza de Monroe en la MET Gala, y dijo: “Estoy un poco nerviosa de que algunas personas lo odien y digan: ‘Cómo se atreve a pensar que puede meterse en en vestido de la casa de Marilyn y lo entiendo”.
La ex esposa del rapero Kanye West no solo recibió críticas por lucir un pedazo de historia en la alfombra roja sino también por el hecho de que presumió que perdió 7 kilos en un mes.
“Caminar en una alfombra roja y hacer una entrevista en la que dices lo hambrienta que estás... porque no has comido carbohidratos en el último mes... ¿todo para entrar en un maldito vestido?, dijo la actriz Lili Reinhart, de 26 años, en su historia de Instagram. “Tan equivocado”.
Enfundarse en popular y carismático vestido fue en todo un desafío para Kim Kardashian, quien tuvo que hacer una dieta express: “Me lo probé y no me quedaba bien. Entonces dije: ‘Necesito tres semanas’. Tuve que perder más de siete kilos para hoy”, confirmó ella misma ante las cámaras presentes en la alfombra roja.
Fue entonces cuando la empresaria estadounidense pasó a desvelar cómo había perdido tal cantidad de peso en tan poco tiempo: “Fue todo un desafío. Era como prepararse para un papel de una película. Estaba decidida a encajar en él. No he comido carbohidratos ni azúcar en unas tres semanas. Tendremos una fiesta de pizzas y donuts en el hotel después de la gala”, añadió.
El traje fue diseñado por Jean Louis y que en su momento, en 1962, costó 1.500 dólares, pero cuyo valor se disparó después. Fue en la casa de subastas privada Julien’s Auction donde la franquicia estadounidense Ripley’s Believe It or Not! adquirió este vestido a un precio de 4,81 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los más caros del mundo.
Exactamente 60 años después de que Marilyn usara por primera vez el famoso vestido de Jean Louis adornado con cristales para cantar el feliz cumpleaños a JFK en 1962, Kim lo llevó al Met, convirtiéndose en la única otra persona en usarlo. Cubierto con más de 6.000 cristales cosidos a mano, actualmente está valorado en más de USD 10 millones, informó el New York Post.
Después de perder siete kilos en tres semanas, Kim de 1.57 metros de altura, pudo ponerse el vestido de Marilyn para el evento más esperado del mundo de la moda. Si bien se elogió a sí misma por estar a la altura del “desafío”, el mensaje preocupó tanto a los expertos como a los fanáticos, quienes creen que esté promoviendo un mensaje errado.
“Alterar tu cuerpo para encajar en un atuendo es más que desaconsejable; es tóxico. Enmarcar la pérdida de peso extrema como una decisión racional envía a mujeres y hombres el mensaje de que deben cambiar sus cuerpos y sufrir por la moda si esperan ser dignos de admiración y elogio”, manifestó la galardonada escritora y editora de revistas de moda Emily Cronin, en un artículo reciente que se publicó en la revista Elle.
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