Jenna Jameson se sentía traicionada por su cuerpo, el mismo que la hizo famosa en los años 90 como la “reina del porno”. De pronto se vio ante el espejo con más de 30 kilos de sobrepeso sin entender qué había ocurrido.
El embarazo de su hija Batel modificó su figura de una manera que no imaginaba. “Después de que tuve a Batel me sentí traicionada por mi cuerpo. Era negación. Negaba el hecho de que YO ELEGÍ terribles comidas para saciar la increíble hambre que sentía por amamantar. Ya no estaba embarazada, pero incluso tenía más hambre que cuando lo estaba. Mi cuerpo se hinchó y mi seguridad disminuyó”.
Pero un día Jenna aceptó que necesitaba un cambio de rumbo y comenzó a seguir la dieta cetogénica. En algunos meses fue evidente que aquella famosa silueta llena de curvas estaba de regreso.
Jameson logró bajar 36 kilos con base en un estricto régimen alimenticio, aunque -increíblemente- no gracias al ejercicio.
“Me siento rara cuando la gente me pregunta mi rutina de ejercicios. Siento que no creerán que perdí todo este peso solo con dieta, pero es la verdad. Desearía ser ávida del gimnasio, pero no lo soy. Desprecio el gimnasio”, escribió en alguna de sus frecuentes publicaciones en Instagram, donde muestra abiertamente el antes y el después de su figura.
“Mi pérdida de peso nunca fue acerca de complacer a la sociedad”, explicó por si alguien pensaba que había hecho dieta para cumplir con algún estereotipo de belleza. “Es acerca de salud, es acerca de estar con nuestros hijos, es acerca de la longevidad. Así que sigan sexis pero ¡luchen por la salud!”.
Como Jenna, varios personajes del entretenimiento y la música han atraído las miradas por su drástico descenso de peso por cuestiones de salud.
Drew Carey
Para el presentador del legendario programa The Price Is Right (El precio justo), la llegada de un nuevo año trajo la determinación no de dejar de fumar o beber, sino de bajar de peso.
Su epifanía llegó cuando quería jugar con el hijo de nueve años de una antigua prometida, pero su sobrepeso le hacía la tarea muy complicada.
“Estaba comiendo un montón de basura y bebía mucho, así que tenía cambios de humor. Tenía diabetes”, recordó el presentador en una entrevista de 2015, algunos años después de su transformación.
“Tuve que cambiar todo mi sistema de creencias (alrededor de las dietas). No estaba como para ‘come esto por 90 días y pierde 9 kilos’. Era de los que decía ‘come así por el resto de tu vida’”.
Y ahora, más feliz que nunca, el presentador puede presumir haber bajado 45 kilos.
Adele
En el caso de la estrella británica, no está claro si su decisión de perder algunos kilos se debió a un asunto estético o de salud, lo cierto es que no pasaron desapercibidas sus imágenes más recientes en las que es evidente que Adele no es la misma mujer que saltó a la fama hace algunos años.
Captada durante un descanso en la playa con Harry Styles y James Corden, para algunos resultó difícil asociar la imagen de Adele con la de aquella mujer mucho más delgada. Al parecer, la cantante debe su nueva figura solo a la dieta, pues no es una gran fanática del ejercicio.
Según el portal The Sun, Adele sigue la dieta Sirtfood, que promueve el consumo de alimentos vegetales, conocidos como activadores de sirtuina, que suprimen el apetito y activan el “gen flaco” del cuerpo. Se les permite comer chocolate negro y beber vino tinto.
Adele, parece, cambió la percepción que tenía de sí misma, pues en una entrevista de 2008 con People reveló que no estaba dispuesta a trabajar con alguien que se quejara de su peso."Incluso cuando estaba firmando un contrato, la mayoría de la industria sabía que si alguien alguna vez se atrevía a decirme: ‘Baja de peso’, no estarían trabajando conmigo".
Y cuando el diseñador Karl Lagerfeld dijo, en 2012, que Adele era “un poco gorda”, la intérprete respondió que estaba “muy orgullosa” de su apariencia y el peso no tenía nada ver con su carrera.
Dentro del sorprendente descenso de peso de Adele no han faltado las especulaciones, y es que según Radar Online, los amigos de la cantante están preocupados de que lleve las cosas demasiado lejos, pues parece que la vida fitness se ha vuelto una obsesión para ella.
Lo único que hasta ahora ha comentado la estrella sobre su nueva apariencia es “solía llorar, pero ahora sudo” y lo hizo a través de una publicación en Instagram.
Jonah Hill
El actor parecía estar conforme con el papel del "amigo del protagonista" o el "gordito gracioso", pero -aun cuando ya era famoso en Hollywood- dentro de él seguía estando el adolescente que no se sentía parte del grupo de los chicos populares.
“Pasé la mayor parte de mi vida adulta joven escuchando a la gente decir que era gordo, asqueroso y poco atractivo. Y solo en los últimos cuatro años escribiendo y dirigiendo mi película, Mid90s, empecé a entender cómo tanto que dolió se metió en mi cabeza”, reconoció en el programa de Ellen DeGeneres.
El camino del actor para perder peso empezó en 2011, y aunque ya había bajado varios kilos, en 2015 volvió a subir de peso por un papel en la película War Dogs. Gracias al régimen que le organizó un nutriólogo (en el que incluso debería mantener un diario de sus comidas), Jonah bajó más de 20 kilos y ahora también practica artes marciales.
Gabourey Sidibe
Probó todas las dietas de moda y terminó sufriendo de bulimia, lo que junto con sus problemas de ansiedad, llevó a la protagonista de Precious a pasar una oscura temporada, hasta que una cirugía le cambió la vida.
Después de años soportando las burlas a su alrededor y luchando por bajar de peso, Sidibe llegó a un punto de no retorno cuando le diagnosticaron diabetes tipo 2 y decidió someterse a una cirugía bariátrica.
“Durante toda mi vida me condicionaron a creer que era fea. Es realmente muy difícil vivir 26 años si se dice que todo, físicamente, sobre ti está mal”, confesó en una entrevista con People.
Una vez que Sidibe se sometió a la cirugía, su relación con la comida cambió. "La cirugía no fue la salida fácil. No estaba haciendo trampa al hacerlo, no podría haber perdido tanto peso sin la cirugía".
Cuando Gabourey protagonizó Precious pesaba más de 130 kilos, una década después la actriz bajó 68 kilogramos y ahora tiene algo muy claro: “Mi belleza no viene de un espejo, jamás vendrá”.
Chris Pratt
En su época de mayor sobrepeso, el actor de Hollywood llegó a pesar 130 kilos. Las fotos de aquella época por supuesto resultan contrastantes con la actual apariencia del protagonista de Jurassic World y Guardianes de la Galaxia, quien aseguró que perdió seis kilos tan solo “bebiendo agua y yendo al baño tres veces antes de las 10 a. m.”
“No tienen que hacer un ejercicio superfuerte: agua, agua, agua. Hacer pis tres veces antes de las 10 a.m., es verdad, pruébenlo”, explicó en redes sociales el actor, quien decidió documentar su pérdida de peso, inspirada por la transformación de su hermano.
“Si eliminas la basura de tu dieta y pasas una hora al día haciendo algo físico, te sentirás mejor mental, física y espiritualmente, porque todo está unido. No hay secreto, se trata de ser paciente y constante y no se trata de matarte de hambre, porque necesitas darle a tu cuerpo la nutrición adecuada”.
Kirstie Alley
“Siempre bromeé diciendo que mis vacaciones duraban desde Halloween hasta la víspera de Año Nuevo, y tal vez hasta el día de San Valentín. Pensaba que estaba bien para mí comer lo que quisiera durante esos meses”, reconoció la actriz, famosa en los años 90 gracias a la película Mira quién habla.
Poseedora de una genética envidiable, Kirstie podía comer lo que quisiera sin engordar, pero después de los 50 años, con el arribo de la menopausia, la historia fue muy distinta para la estrella.
Cuando la actriz se percató totalmente de lo que ocurría, pesaba ya 103 kilos, y pronto en las alfombras rojas y en sus apariciones públicas resultó evidente que su cuerpo no era el mismo.
Entre la presión de Hollywood y la búsqueda de su bienestar, la actriz tomó medidas, y entre 2005 y 2008 trabajó intensamente con el método de Jenny Craig para dejar la comida alta en calorías a la que estaba acostumbrada y comenzar un régimen que dio frutos. Alley bajó más de 30 kilos y ahora está en su peso ideal para su estatura y edad.
Jason Alexander
Durante más de 150 episodios interpretó a George Constanza en la serie Seinfeld, un oficinista descrito como “calvo bajo, rechoncho, tonto, calvo”. Si bien su sobrepeso nunca pudo considerarse como un grado alto de obesidad, siempre sintió que le sobraban unos 15 kilos, y durante años trató de deshacerse de ellos sin mucho éxito.
“Con cada dieta que probaba los primeros kilos siempre eran fáciles, pero después terminaban regresando”, confesó el actor, quien decidió probar con el método de Jenny Craig, que terminaría dándole los resultados que esperaba.
Además de hacer ejercicio cinco veces a la semana, Alexander redujo su dieta de 4.500 calorías al día a un plan de comidas de 1.500 calorías con muchas frutas y verduras.
Jennifer Hudson
La estrella de Dreamgirls supo que algo no andaba bien cuando estaba embarazada y la gente ni siquiera lo notaba. Una vez que dio a luz a su hijo comenzó una transformación que la llevaría a perder 36 kilos.
Hudson decidió seguir el programa de Weight Watchers con una dieta centrada y no restrictiva. Un punto clave en su descenso de peso fue caminar, de esa manera pudo tener una actividad que, además de ejercitarla, le permitiera relajarse sin tener que presionarse con visitas frecuentes al gimnasio.
“Comencé a caminar 30 minutos todos los días... me imaginé que caminar es mejor que estar sentada en el sofá", recordó y lo unió a la práctica del tenis, básquetbol y ciclismo.
Ricky Gervais
El mordaz comediante británico no dudaba en burlarse hace años de su propia gordura, pero llegó un momento en que decidió que esas bromas terminarían y comenzó un régimen de alimentación y ejercicios por medio de los que perdió casi 20 kilos.
“No se trataba tanto del peso. Era más porque era gordo, perezoso y descuidado, para ser honesto”, reconoció Ricky en un evento público hace ya casi una década.
Desde entonces, el comediante se ha mantenido en su peso gracias a algunos cambios en sus hábitos, como el evitar las comidas después de las 11 p. m. "Ahora tengo que dejar de hacer bromas sobre la gente gorda, lo cual es molesto. Cuando estaba gordo, estaba bien”.
Melissa McCarthy
“A veces desearía tener mágicamente una talla seis y nunca más tener que pensar en nada. Es algo en lo que siempre estoy trabajando”, comentó la actriz, en 2016 cuando ya había bajado casi 20 kilos.
Famosa en Hollywood por sus papeles cómicos, Melissa ha hablado en varias ocasiones de su relación con el sobrepeso. Recordó que ha pasado por todas las tallas y que su deseo por perder kilos la llevó a probar todas las dietas, incluida una en la que solo consumía líquidos y que le permitió deshacerse de 30 kilos en apenas un mes, a costa de su bienestar emocional. “Nunca volvería a hacer eso. Me sentía hambrienta y loca la mitad del tiempo".
Gracias a una dieta que emprendió hace más de dos años (que incluye menor ingesta de carbohidratos y más proteínas, además de una rutina de ejercicios de alta intensidad) logró bajar 34 kilos, aunque a ella le gustaría que las mujeres no fueran juzgadas por sus cuerpos. “Estamos enseñando a las jóvenes a luchar por la perfección inalcanzable en lugar de sentirse sanas y felices en su propia piel”.
Sam Smith
El cantante británico bajó 22 kilos gracias a una dieta que le permitió cambiar su relación con la comida y una rutina de ejercicios.
Ahora, con una apariencia mucho más delgada y el abdomen marcado, no es raro que Sam publique alguna fotografía en Instagram portando únicamente traje de baño, pero el camino ha sido complicado y, según declaró el mismo, lo seguirá siendo.
“Siempre voy a ser consciente. Siempre lo intentaré, porque amo la comida más de lo que puedas imaginar. Siempre será una lucha para mí”.
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