La catastrófica debacle del productor favorito de Hollywood parece no tener fin. Luego de publicada en el New York Times y la revista New Yorker la investigación sobre acoso sexual que destapó una verdadera caja de Pandora y expuso más de tres décadas de abuso de poder por parte de Harvey Weinstein, un nuevo capítulo de la aparentemente interminable y perversa trama se suma al acta de defunción simbólica de un hombre que supo tenerlo todo.
La reciente denuncia de Lauren Silvan, una reportera de la filial News 12 Long Island de Fox News, muestra un costado todavía más macabro del oscuro operar de Weinstein. En diálogo con Yashar Ali del Huffington Post, Sivan detalló un primer encuentro con el productor en el selecto restaurante Cipriani de la ciudad de Nueva York en el año 2007.
Luego de lo que aparentó ser una presentación cordial y profesional, Weinstein invitó a la periodista y a otra colega a conocer el club Socialista, propiedad en ese entonces del actor de origen iraní Armin Amiri. A pesar de que el establecimiento se encontraba cerrado al público, Sivan asumió que dada la influencia de Weinstein en el mundo del entretenimiento no podía rechazar la sospechosa invitación.
Una vez a solas en el establecimiento gastronómico, Harvey arrinconó a la reportera e intentó besarla contra la pared. Sorprendida, Sivan rechazó el avance del productor, a lo que este respondió con algo que quedó grabado en su memoria. "Puedes quedarte allí parada y callarte", acto seguido desabotonó sus pantalones y comenzó a masturbarse frente a ella.
El aberrante episodio concluyó cuando, según declaraciones de Sivan, Weinstein "eyaculó rápidamente en una maceta que estaba en el vestíbulo y luego procedió a subirse los pantalones para regresar al salón". La colega de la periodista, que se encontraba allí y prefirió no develar su identidad al Huffington Post, aseguró que Sivan le contó lo sucedido apenas salieron del restaurante.
Como si nada hubiera sucedido, al día siguiente Weinstein llamó a la periodista de Fox News para decirle que "la había pasado genial" la noche anterior y que tenía intenciones de invitarla a salir. Sivan rechazó la propuesta, pero decidió no denunciar a Weinstein por miedo a que su influencia en los medios le jugase en contra.
Pero la historia no acaba allí. Amiri, propietario del hoy desaparecido club Socialista, donde ocurrió el desagradable episodio, aseguró recientemente que Weinstein en realidad se masturbó en la cocina y utilizó una de las sartenes delante suyo para liberarse. El actor y antiguo empresario gastronómico compartió que el productor lo contactó para desacreditar las declaraciones de Sivan, sin prever que empeoraría todavía más la situación.
Sivan respondió en Twitter y mantuvo su versión original, al asegurar que lo compartido por Amiri le hace suponer que ella no habría sido la única mujer acosada en dicho establecimiento. El antiguo copropietario de Socialista agregó que no logró ver el rostro de la mujer en cuestión y que solo vio a Weinstein "acomodarse el cinturón detrás de la barra" para luego dirigirse a la cocina y ver junto al chef cómo la sartén había sido utilizada con los fines menos apropiados.
Amiri asegura que el episodio sucedió alrededor de la 1:30 de la mañana y que junto con el chef, eran de los pocos que todavía se encontraban allí. Recuerda cómo el sous chef se acercó a su oficina para decirle que un "gordo bastardo" había ingresado a la cocina con una mujer y le había arrojado un billete de cien dólares para que los dejara solos.
Weinstein fue obligado a desvincularse por tiempo indefinido de su productora, mientras que varios de los proyectos que se encontraban en plena producción o a punto de ser estrenados han sido puestos en espera. Se espera que la compañía sea vendida por una fracción de su valuación previa al estallido del escándalo, la cual todavía cuenta con una biblioteca de títulos cinematográficos muy valiosos.
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