Ben Affleck no está pasando un buen momento personal y su cuerpo lo refleja. Las últimas imágenes del actor, de 45 años, paseando por las calles de Los Ángeles lo muestran con un aspecto muy desmejorado.
Los paparazzi han retratado al ganador del Oscar con su rostro envejecido, una barba muy canosa y con un aumento considerable de peso. Es evidente el cambio físico del que fue uno de los hombres más sexies del mundo.
Affleck confesó en marzo pasado que es alcohólico y que había estado internado en un centro de rehabilitación para superar su adicción. Su tratamiento lo inició tras la pasada ceremonia de los Oscar que coronó a su hermano, Casey Affleck, como mejor actor por Manchester by the sea.
"Es algo con lo que he tenido que tratar en el pasado y con lo que tendré que seguir enfrentándome", dijo el director de Argo y Vivir de Noche en su cuenta oficial de Facebook. "Quiero que mis hijos sepan que no hay que avergonzarse por pedir ayuda".
No hay dudas que su estado físico nada tiene que ver al que lucía cuando protagonizó Batman v Superman: El amanecer de la justicia, una película que fue vapuleado tanto por la crítica como por los fanáticos del superhéroe.
Pero Affleck también enfrenta un doloroso divorcio. Tras varias idas y vueltas, el actor y Jennifer Garner anunciaron en abril pasado que decidieron terminar con su matrimonio de más de 10 años.
Medios locales aseguran que la ruptura fue por la adicción del actor al alcohol y al juego, además de algunas infidelidades de él.
Pese a estar separados desde el 2015, Affleck jamás abandonó el hogar conyugal. Además, el matrimonio se mostraba públicamente con sus tres hijos: Violet, Seraphina y Samuel.
Tras el final de la relación, Affleck y Garner mantienen una amistad cercana y fueron visto varias veces asistiendo a misa en compañía de sus niños.
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