El presidente de Estados Unidos Joe Biden cumplió esta sábado 20 de noviembre 79 años, en medio de chequeos médicos y una caída en las encuestas, pese a dos victorias legislativas anotadas el último mes.
El mandatario, que es el más longevo en la historia de los mandatarios de EEUU, ha sido cuestionado por su edad durante la campaña que lo llevó a la presidencia. Él varias veces ha respondido a los planteos asegurando que su experiencia ayudaría a mejorar las cosas en Estados Unidos.
El sábado, entre los mensajes recibidos por Biden, se destacó el del ex presidente demócrata, Barack Obama, quien con una fotografía compartió en Twitter el mensaje: “Feliz cumpleaños a mi amigo y hermano, POTUS! Gracias por darnos el regalo de una mejor infraestructura. Agradecido con todo lo que estás haciendo por reconstruir este país”.
Antes de partir a Delaware el 19 de noviembre para fin de semana antes del día de Acción de Gracias, Joe Biden cumplió con la tradición de ‘perdonar’ a dos pavos en la Casa Blanca.
El presidente obtuvo el viernes una victoria legislativa en el Congreso, al obtener una ajustada victoria en la Cámara de Representantes para su plan de gesto social de dos billones de dólares.
Más temprano este mes, Biden promulgó el proyecto de ley que crea el mayor plan de infraestructura en Estados Unidos en más de medio siglo, en una inusual celebración bipartidista en la Casa Blanca. El proyecto de 1,2 billones de dólares servirá para arreglar puentes y carreteras, cambiar bombas de agua, construir una red de carga para vehículos eléctricos y expandir la banda ancha para internet. Con todo, el mandatario atraviesa un momento de baja popularidad, justificada sobre todo por el aumento del costo de vida en el país.
Horas antes el viernes, Biden fue sometido a un chequeo médico que también incluyó una colonoscopia bajo anestesia, y que lo obligó a traspasar sus poderes durante una hora y 25 minutos a la vicepresidenta Kamala Harris, quien se convirtió brevemente en la primera mujer en tener prerrogativas presidenciales en la historia de Estados Unidos.
Biden está “sano”, “fuerte” y es “apto” para cumplir con su función de presidente de Estados Unidos, confirmó su médico después de que se sometiera al chequeo.
El presidente toma tres medicamentos prescritos y dos sin receta, añadió. En comparación con su último chequeo, de diciembre de 2019, Biden presenta una mayor rigidez al caminar y su frecuente tos se debe a un reflujo gastroesofágico, detalló.
El médico Kevin O’Connor, después del chequeo, atribuyó estos cambios a dolencias sin la mayor gravedad.
Constató además una neuropatía (problema de los nervios) “leve” que afecta a los pies y secuelas de una fractura que explican que camine de forma más rígida.
La colonoscopia fue “tranquilizadora”, afirmó el médico que atiende a Biden desde hace 13 años. El informe revela datos como que el presidente de Estados Unidos mide 1.82 metros, pesa 83 kilos, usa lentillas, no fuma ni bebe y practica deporte cinco veces por semana.
El chequeo también enumera las afecciones benignas que padece, aparte de sus problemas gástricos y de movilidad: “fibrilación auricular no valvular”, una afección cardíaca “estable” bajo tratamiento, un alto nivel de lípidos en sangre, que también trata, alergias y artritis.
Aunque Biden ya hizo público que prevé presentarse a un nuevo mandato en 2024 se especula con que podría renunciar a ello debido a su edad, convirtiéndose así en un presidente de transición, y cediendo el gobierno a la actual vice, Kamala Harris.
Biden prometió transparencia sobre su estado de salud. Algunos partidarios de Donald Trump no pierden la ocasión de sembrar dudas públicamente, de forma más o menos indirecta, sobre su salud física y su lucidez.
En 1988 tuvo un grave problema de salud: fue trasladado de urgencia al hospital tras la rotura de un aneurisma y se llamó a un sacerdote para que le diera la extremaunción.
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