El prestigioso periódico The New York Times anunció que dejará de publicar viñetas políticas en su edición internacional a partir del 1 de julio, como ya ocurre con el diario nacional, tras una polémica surgida en abril, cuando se publicó un dibujo que fue tachado de antisemita y generó protestas.
James Bennett, responsable de la página editorial del rotativo, informó a través del Twitter corporativo del NYT de esta decisión que estuvo "en consideración durante un año", aseguró que seguirá invirtiendo en "periodismo visual" y agradeció su trabajo a los caricaturistas internacionales Patrick Chappatte y Heng Kim Song.
"El año pasado, el New York Times por primera vez en su historia ganó un Pulitzer en la categoría de viñeta política por una serie de no ficción de Jake Halpern y Michael Sloan sobre la historia de una familia refugiada siria. Queremos más trabajos como ese y esperamos colaborar con Patrick y Heng y otros en el futuro", afirmó.
Our statement in response to ending daily political cartoons in the international edition of The New York Times. pic.twitter.com/FcagTxEZJ9
— NYTimes Communications (@NYTimesPR) June 10, 2019
Chappatte escribió una entrada en su blog este lunes donde reflexionaba sobre "el fin de las viñetas políticas" en el Times y aseguraba estar "dejando el bolígrafo con un suspiro": "Son muchos años de trabajo revertidos por una sola viñeta -ni siquiera mía- que nunca debería haberse publicado en el mejor periódico del mundo".
"En abril de 2019, una caricatura de Netanyahu que se reimprimió en las ediciones internacionales desencadenó un amplio escándalo, una disculpa del Times y el fin de las viñetas sindicadas", recordó Chappatte sobre el dibujo del portugués António Moreira Antunes, publicado previamente en el semanario de ese país, Expresso.
En ella, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aparece representado como un perro guía, con un collar del que cuelga una estrella de David, señalando el camino al presidente de EE.UU., Donald Trump, que lleva gafas oscuras y una kipá en la cabeza. "Fue ofensiva y un error de juicio publicarla", se disculpó el Times.
Chappatte, no obstante, asegura en su texto que "esto no trata solo sobre las viñetas, sino sobre el periodismo y la opinión en general" ya que, según critica, "las hordas moralistas se reúnen en las redes sociales y se levantan como una tormenta, cayendo sobre las redacciones con un golpe sobrecogedor".
Para el dibujante, las caricaturas son un "blanco prioritario" por su naturaleza, ya que son un "un atajo visual con una capacidad sin igual para tocar la mente", pero a menudo "el objetivo real, tras la viñeta, es el medio que lo ha publicado".
El Times "era uno de los últimos resortes para el caricaturismo político internacional", dice, y hace recuento de colegas en la cárcel y el exilio, o despedidos por "ser demasiado críticos con Trump" en EE.UU., mientras anima a "luchar" porque su trabajo "nació con la democracia" y es desafiado en paralelo con "la libertad".
Aun así, Chappatte considera que las imágenes tienen un "gran poder" ahora que el mundo tiene una "corta capacidad de atención" y ve posibilidades no solo en el caricaturismo editorial, fijo o animado, sino en las "presentaciones ilustradas sobre el escenario y los reportajes en cómic de largo formato".
"También es un momento en el que los medios necesitan renovarse y llegar a nuevas audiencias. Y dejar de asustarse de las hordas enfurecidas. En el mundo loco en que vivimos, el arte del comentario visual se necesita más que nunca. Y el humor", concluyó.
Con información de EFE