La australiana Emma McKeon es una de las protagonistas principales de la natación en los Juegos Olímpicos de Tokio. La joven de 27 años se convirtió este viernes en la campeona de la prueba de los 100 metros en estilo libre, y confirmó por qué era considerada la gran favorita. En una producción notable, la estrella de Oceanía superó a la revelación hongkonesa, Siobhan Bernadette Haughey, quien se quedó con la medalla de plata, y a su compatriota Cate Campbell, quien completó el podio con la presea de bronce.
Después de haber lanzado al relevo 4x100 metros hacia el oro y haber ganado el bronce en 100 metros mariposa, la nadadora de Wollongong cubrió la ida y vuelta en la prueba reina de la natación con un registro de 51 segundos y 96 centésimas, lo que le permitió tener un margen de 31 centésimas sobre Haughey (52.27) y 56 sobre Campbell (52.52).
Emma McKeon se supera día a día. Incluso se quedó con el récord olímpico que ya había establecido en las semifinales del miércoles, cuando había fijado una marca de 52.13 segundos. En Tokio, la australiana rompió la anterior plusmarca olímpica que estaba en posesión de la sueca Sarah Sjostrom con un tiempo de 52.62 desde la edición que organizó Río de Janeiro en 2016.
Por su parte, las chinas dieron la sorpresa este jueves al imponerse en el relevo 4x200 metros en estilo libre, estableciendo un nuevo récord del mundo (7 minutos, 40 segundos, 33 centésimas), por delante de las estadounidenses y las australianas.
Junxuan Yang, Muhan Tang, Zhang Yufei y Bingjie Li formaron parte de ese relevo. Las asiáticas resistieron bien el ataque de la seis veces campeona olímpica Katie Ledecky, que consiguió la plata con Estados Unidos (7:40.73), el país que había sido campeón de esta prueba en Rio 2016.
En esa prueba, las australianas que ostentan el título mundial se tuvieron que conformar con el bronce (7:41.29). El equipo de Oceanía confiaba en su nueva estrella, Ariarne Titmus. Sin embargo, la nadadora de 20 años, que ha acumulado esfuerzos y emociones en sus primeros Juegos, cerró un primer relevo con un crono de 1:54.51, lejos de sus mejores tiempos.
La velocista Emma McKeon, campeona en los 100 metros libres, y Madison Wilson mantuvieron a Australia en contacto con las chinas, mientras el relevo estadounidense parecía distanciado. Fue gracias a un último relevo épico de Katie Ledecky (1:53.76) que Estados Unidos pudo superar a Australia y quedarse al menos con la plata.
Cabe señalar que de las cuatro finales olímpicas en las que ha participado Ledecky en Tokio 2020 solo ha podido ganar en una: los 1.500 m libre, una distancia en la que es la grandísima dominadora.
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