La nadadora estadounidense Anita Álvarez afirmó que su “salud es buena” luego de su desmayo en el agua durante su rutina en el Campeonato Mundial Acuático de la FINA en Budapest, Hungría. Las imágenes de su incidente causaron impacto y la deportista de 25 años hizo una reflexión de lo ocurrido y sostuvo que está “enfocada” en cómo “puede mejorar en el futuro”.
Fue el 22 de junio cuando perdió el conocimiento en la piscina mientras competía en la final libre femenina y fue rescatada por su entrenadora Andrea Fuentes, quien no dudó un segundo en lanzarse al agua al ver a su pupila sin reacción abajo del agua y le salvó la vida. Las imágenes fueron dramáticas y generaron estupor en todo el planeta.
“Tomé un descanso decente después de Tokio y poco después de regresar me fracturé algunos huesos y me operaron el pie, poco después de regresar de eso, que también fue poco antes de irme a Worlds, me dio COVID. Y bueno, todos sabemos lo que pasó después”, comenzó Anita en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.
“Si bien parece que el universo estuvo en mi contra todo el año, creo firmemente en que las cosas suceden por una razón y aprendo de cada situación con una mente y un corazón abiertos”, continuó, y agregó que aceptará los desafíos para “seguir creando mi propio camino de vida”.
Señaló que, si bien la gente “criticará y no estará de acuerdo” con sus puntos de vista, ella aprecia todas las opiniones. “Pero estoy aprendiendo sobre la marcha, consciente de los errores del pasado, pero siempre estoy centrada en cómo puedo mejorar en el futuro”.
Después de pensar mucho sobre lo que quería compartir con sus seguidores, dio una breve actualización de salud. “Con la información que tenemos, mi salud es buena y me siento mucho mejor hoy y eso es lo más importante”, explicó Álvarez, quien compitió en los Juegos Olímpicos de 2016 y 2020.
“Para todos los que están preocupados de que esto suceda regularmente y lo dejo de lado porque no me tomo mi salud en serio, es un error y espero que puedan entender mi posición y respetar mi privacidad al mismo tiempo”, agregó.
La deportista señaló que es una persona que valora la privacidad y ver “este estallido en los medios de algo tan personal” ha sido “un poco inquietante. He visto a innumerables médicos y me he hecho pruebas exhaustivas a lo largo de los años”, afirmó. “Y continuaré investigando más hasta que tenga una respuesta porque esto de aquí es mi pasión, es para lo que vivo, y todavía estoy… Solo comenzando”, concluyó.
Álvarez ya había tenido antecedentes. En esta ocasión realizó su performance sin problemas. Hasta que perdió el conocimiento y preocupó a todos los presentes, desde a los espectadores a su equipo de trabajo y autoridades.
Sin embargo, Fuentes se lanzó al agua con celeridad, buscó a su pupila, que se hundía en la piscina, y la sacó a flote. Allí ya se encontró con un miembro de la organización que la asistió para sacar a Álvarez del agua y colocarla en el borde de la pileta, donde recibió las primeras atenciones médicas. El susto generalizado pasó cuando reaccionó a los estímulos. Tras abandonar la piscina en camilla, la nadadora se recuperó, pero su entrenadora dijo que “estuvo dos minutos sin respirar”.
En sus primeras declaraciones, Álvarez reconoció que “sentí que todo se volvió negro”. Más tarde la FINA no autorizó a que Estados Unidos la incluya entre las participantes a la deportista de 25 años y debieron buscarle un reemplazo para completar el equipo de natación artística.
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