Samantha Cerio estaba por concluir su rutina. Todo marchaba bien para la estadounidense de 22 años, hasta que al momento de caer no calculó bien la distancia con la colchoneta, por lo que no pudo caer sobre sus pies. Sus rodillas recibieron todo el peso del cuerpo, la joven quedó sentada en el suelo y de inmediato sus lágrimas alertaron lo peor.
La estadounidense de la Universidad de Aurburn se dislocó las dos rodillas y se quebró la tibia y el peroné de ambas piernas en una de las peores lesiones que se recuerden en la historia, no solo de la gimnasia, sino del deporte en general.
Poco más tarde, tras sufrir el aparatoso accidente durante el torneo regional de universidades en Estados Unidos, Cerio anunció su retiro que se une a la lista de desafortunados episodios en la gimnasia, un deporte tan hermoso como cruel para quienes por diversas cuestiones, no logran ejecutar debidamente su rutina y terminan haciendo daño a su cuerpo.
Un estudio nombrado Prevalencia de lesiones en gimnastas pertenecientes a la Liga de Gimnasia de Bogotá, DC, reveló que de 19 gimnastas evaluados, 14 sufrieron lesiones en un año —sin especificar si ocurrió durante el entrenamiento o competencia—, lo que equivalió al 73% de la población de estudio.
De esos 14, nueve sufrieron solo una lesión, cuatro sufrieron dos y uno cuatro en ese lapso. El lugar de la lesión más prevalente fue el codo (24%), seguida de pie (21.05%), mano (10.2%), espalda, rodilla y pierna (5.2%).
El doloroso fin al sueño olímpico de Ait Said
Apenas en los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016, Samir Ait Said corrió con la misma suerte que Cerio, al fracturarse una pierna durante la ronda de clasificación de la justa veraniega. El gimnasta francés protagonizó una de las imágenes más espeluznantes y que más pronto se viralizaron en las redes sociales durante el evento.
Fue en la prueba de salto de caballo, cuando Samir quedó con ambas piernas al aire y la izquierda girada por completo hacia fuera presentando una rotura estremecedora de tibia y peroné.
No obstante, contrario al caso de la estadounidense, Ait Said no tiró la toalla. Dos años y medio después de su terrible accidente, el francés sigue allí y será el líder de los Bleus en los campeonatos europeos.
Lesión de médula
El trampolinista uzbeko Amiran Babayan se lesionó el cuello en los Juegos Olímpicos Juveniles de Nanjing 2014 y, fue diagnosticado con una severa lesión de la médula espinal en el cuello y tejido blando en la parte derecha y el tórax derecho, dijo el sábado el hospital local.
Babayan se lesionó el cuello cuando perdió el equilibrio y aterrizó fuera del trampolín durante su rutina de segunda ronda el viernes en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Tuvo que ser llevado en una camilla y fue enviado de inmediato al hospital.
Adiós a Buenos Aires 2018
La gimnasta argentina Olivia Araujo fue la protagonista de una de las imágenes más tristes de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. La joven de 15 años falló en la prueba de salto de caballo de gimnasia artística, sufrió un fuerte golpe y rompió en llanto.
La nacida en Quilmes resultó con dos esguinces de tercer grado en ambos tobillos y estaba inconsolable cuando le ocurrió el lamentable accidente que la dejó imposibilitada de pelear por medallas.
La rusa que pudo ganarle a Comaneci
La rusa Elena Mukhina había obtenido el oro en el mundial en Estrasburgo en 1978, un año antes de que la rumana Nadia Comaneci hiciera historia al conseguir el primer 10 en la historia de la gimnasia olímpica. Pero dos semanas antes de los Olímpicos de Moscú 1980, quedó tetrapléjica.
Su entrenador Mikhail Klimenko, estaba obsesionado con hacer que Mukhina realizara el Salto Thomas -que no había sido realizado nunca antes por una mujer-, pues creía que solo así podría vencer a la rumana, gran favorita para ganar el oro.
Pero la joven rusa cayó mal mientras trataba de hacer ese famoso salto, el primer impacto lo recibió en su mandíbula, pero lo peor fue que se rompió el cuello y algunas vértebras hasta quedar tetrapléjica.
Las lesiones llevaron al retiro a Ponor
Catalina Ponor anunció oficialmente su retiro hace un par de años en Instagram. La gimnasta rumana publicó una foto con un texto de despedida de sus admiradores. Ganadora de tres medallas de oro en Atenas 2004, se retiró en diciembre de 2007 y se alejó del deporte tras los Juegos de Londres 2012.
Fue en 2015 cuando se lastimó fuertemente un tendón de Aquiles, del cual tuvo que ser operada, pero logró recuperarse para ser la única gimnasta rumana en Río 2016 -un hecho sin precedentes para la delegación del país europeo, usual protagonista en la gimnasia-.
"Debido a mi edad y a las lesiones decidí terminar con mi carrera", dijo durante el Abierto Mexicano de Gimnasia en 2017, su último torneo que participó.