"Nosotros no tenemos a Gonzalo Higuaín, pero sí jugadores con mucho corazón". La frase pertenece a Oreste Vigorito, el presidente de Benevento Calcio, la "Cenicienta" de la Serie A italiana. Si bien el club que conduce jugó el fin de semana, justamente, ante Juventus (y cayó 2-1 con un tanto, casualmente, del "Pipita"), el concepto data de antes del inicio de la competencia; casi una premonición. Porque el equipo que ahora dirige Roberto de Zerbi (y que tres fechas atrás tenía en el banco a Marco Baroni) es el conjunto con peor registro de Europa, con 12 derrotas consecutivas. Más: igualó el peor comienzo de un equipo en el Viejo Continente, triste marca que era propiedad exclusiva del Manchester United en la temporada 1930-1931.
Apenas cinco goles a favor y 31 en contra completan el récord de Benevento, que a pesar de los números transita el momento más importante de sus 88 años de vida y su estadio completa habitualmente las casi 13.000 localidades. Es que llegó por primera vez a la elite del fútbol italiano, cuando hace apenas dos años estaba en la Serie C (tercera categoría), y en su currículum ostenta el tránsito por las distintas divisionales regionales y de ascenso hasta su irrupción en el Calcio. La aparición de Vigorito como presidente tiene relación con este presente: su aporte económico (maneja una empresa de energía eólica) le dio impulso al elenco que viste de rojo para lograr codearse con los grandes de Italia.
Desde la billetera se le ha hecho imposible competir al humilde Benevento, que ascendió al ganar el reducido de la Serie B, tras finalizar quinto en la fase regular. Los dos clubes que subieron directo al primer peldaño del fútbol italiano fueron SPAL 2013 y Hellas Verona. ¿Cuánto tendrá que ver su costado esotérico en su inicio a los tropezones? Es que el colista del Calcio ostenta orgullosamente una bruja cabalgando una escoba en su escudo. Cuenta la leyenda que en la ciudad (que tiene poco más de 60.000 habitantes) hay un nogal cerca del río Sabato que en el pasado fue la sede de las reuniones de las brujas de la región y en el sitio llevaban a cabo sus hechizos y rituales. De ahí la denominación de "Ciudad de las Brujas". Y el club adoptó el hecho pintoresco como parte de su identidad.
Habiendo perdido casi un tercio de los partidos que disputará en el certamen, la permanencia ya parece una utopía para Benavento. Le queda un objetivo de mínima: evitar transformarse en la institución con menos puntos al final de la temporada: la marca pertenece al Treviso, en 2006, que apenas cosechó 21 unidades. Si es que consigue romper el hechizo o, mejor dicho, la mala racha.
LEA MÁS: