La historia del nadador australiano Mack Horton es asombrosa. Tuvo mucha suerte. El campeón olímpico en los 400 metros libres de Río 2016 evitó un posible cáncer de piel a raíz de un correo electrónico que llegó al equipo médico australiano y que alertaba de que el lunar que tenía en el pecho había cambiado de forma y estaba más oscuro.
"Un saludo para la persona que envió un e-mail al equipo médico australiano de natación y me dijo que revisara mi lunar. Buen aviso. Muy buen aviso", escribió en su perfil de Instagram, junto a una foto con la cicatriz vendada y el pulgar en alto.
Al recibir ese aviso, los médicos australianos coincidieron en que el lunar presentaba algunas irregularidades y decidieron quitárselo. Tras la cirugía que se llevo a cabo el pasado martes, Mack Horton está a la espera de los resultados de la biopsia, que determinará si se trata de un lunar maligno o no.
Las imágenes demuestran la evolución de la mancha y se puede apreciar claramente el crecimiento del lunar que ha llamado la atención de un aficionado, quien no dudó en contactar a los médicos y quizás sea el salvador de Mack Horton.