Las palabras se las lleva el viento, pero las historias se quedan grabadas en la memoria. Los cuentos de hadas son la prueba de que la tradición oral puede perdurar durante milenios. Un reciente estudio ha sacudido los cimientos del mundo de la literatura oral al revelar que algunos de los cuentos de hadas más populares podrían ser mucho más antiguos de lo que se pensaba.
Investigadores de la Universidad de Lisboa han utilizado técnicas de análisis filogenético comparativo, similares a las empleadas para rastrear la evolución de las especies, para determinar el origen de estos relatos. Sus resultados, publicados en la revista Royal Society Open Science, apuntan a que muchos de estos cuentos podrían remontarse a miles de años atrás.
La herencia cultural se esconde en los cuentos de hadas
El estudio, liderado por Sara Graça da Silva y Jamshid J. Tehrani, se centró en analizar 275 “cuentos de magia” provenientes del índice Aarne-Thompson-Uther (ATU), un extenso catálogo que clasifica más de 2.000 tipos de cuentos internacionales. Estos relatos, que incluyen la presencia de personajes y objetos mágicos, conforman la categoría más grande y difundida de historias folclóricas, y son considerados como los cuentos de hadas canónicos.
“Los métodos filogenéticos también se han aplicado al folclore para analizar distribuciones interculturales de tipos variantes de cuentos internacionales, y para examinar sus relaciones con patrones espaciales, genéticos y lingüísticos”, explican los autores.
El equipo se centró en analizar la distribución de estos cuentos entre 50 culturas de habla indoeuropea, con el objetivo de determinar si su presencia en diferentes regiones podía explicarse por un origen común o por la difusión cultural posterior.
Los árboles genealógicos de las historias
Para llevar a cabo su análisis, los investigadores utilizaron árboles lingüísticos como modelo para las historias de población. Estos árboles, que reflejan la dispersión de las poblaciones y la diversificación de los linajes lingüísticos, permitieron analizar cómo los cuentos se distribuyeron entre las distintas culturas a lo largo del tiempo.
“Los árboles para nuestro estudio se obtuvieron de los análisis filogenéticos bayesianos de Bouckaert et al. de lenguas indoeuropeas”, detallan los autores.
Para determinar si la distribución de los cuentos se debía a la herencia o a la difusión cultural, los investigadores emplearon la estadística D de Fritz y Purvis, que mide la señal filogenética. Sus resultados fueron contundentes: 100 de los 275 cuentos analizados mostraron una fuerte correlación con las relaciones filogenéticas entre las poblaciones. Esto significa que la presencia de estos cuentos en diferentes culturas se explica mejor por un origen común, es decir, por la transmisión vertical de las historias de generación en generación.
“Los análisis autologísticos sugieren que la transmisión vertical fue más importante que la transmisión horizontal en 76 cuentos”, afirman los investigadores.
Reconstruyendo el pasado a través de los cuentos
Para comprender hasta qué punto se podían rastrear los orígenes de estos relatos, el equipo utilizó modelos de evolución de rasgos discretos. Sus análisis revelaron que 71 cuentos podían inferirse con una alta probabilidad en un ancestro común, mientras que 31 cuentos se reconstruyeron como presentes en el último ancestro común de las subfamilias indoeuropeas con una probabilidad superior al 70%.
Uno de los hallazgos más notables fue el del cuento “El herrero y el diablo”, que según los análisis podría remontarse a la Edad de Bronce, hace más de 3.000 años.
Este estudio no solo nos ofrece una fascinante mirada al pasado de los cuentos de hadas, sino que también abre nuevas vías para la investigación de la prehistoria humana. Como concluyen los autores: “Los tipos de historias contadas en sociedades ancestrales pueden proporcionar perspectivas importantes sobre su cultura, que aportan nuevas perspectivas sobre las reconstrucciones lingüísticas, genéticas y arqueológicas de la prehistoria humana”.