El general Carlos Fernando Triana, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, conmemoró el viernes 11 de noviembre 31 días sin homicidios reportados en la ciudad, celebración que se vio empañada por el occiso que se registró en el norte de Bogotá. Un crimen que parece estar relacionado con la mafia, el narcotráfico y las vendettas al interior de la ciudad.
En esta oportunidad, el atentado se dio en contra de un exintegrante del, ya inexistente, Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), y un exagente del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.
Siendo el medio día del viernes, Claudio Silva Otálora, estaba parqueado en su carro particular sobre la calle 152 con carrera 50 dialogando con otra persona por más de media hora, según indicó la policía. Luego, aparecieron cuatro sujetos en cuatro motocicletas para atentar en contra del hombre hasta causarle la muerte a él y a su acompañante. Uniformados del sector emprendieron la persecución para aprehender a los atacantes, pero estos lograron huir de la escena.
Sin embargo, los sicarios dejaron en su escape un arma larga tipo fusil, objeto que las autoridades lograron incautar.
¿Quién era Claudio Silva Otálora?
Del hombre asesinado en Mazurén, se tiene conocimiento de que fue un funcionario del Estado durante algunos años. Trabajo en el DAS y después en el CTI, donde se retiró en 1993.
Al parecer, desde su salida del cuerpo especializado en investigación, Silva Otálora estuvo al servicio de la mafia en el centro del país, con miras a la comercialización de estupefacientes en otros territorios, especialmente, Estados Unidos. Se desempeñó como testaferro y socio principal de Luis Agustín Caicedo Velandia, con quien organizó una de las corporaciones criminales más grandes que se han visto en el país.
Por su actuar delictivo fue endilgado por las autoridades colombianas por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Además de ser requerido por un juzgado de Estados Unidos.
Claudio Silva fue capturado en junio de 2010, señalado por las autoridades como el segundo al mando de una organización criminal dirigida por Agustín Caicedo, alias ‘Don Lucho’, quien habría sido un exesmeraldero a disposición de Daniel, ‘el loco’ Barrera.
Luego de ser detenido por las autoridades en 2011 fue extraditado a Estados Unidos, para comparecer ante una corte de Nueva York por el delito de lavado de activos, donde tuvo que asumir una condena de varios años tras ser hallado culpable.
Cabe resaltar que, además de este prontuario delictivo, Silva Otálora, era un reconocido comerciante de la central de alimentos Corabastos, donde, al parecer, comercializaba papa.
Sin embargo, su prontuario criminal lo perseguía pues, presuntamente, había logrado infiltrar dinero ilícito en el club Independiente Santa Fe sobre el año 2002. Hace pocos meses y luego de saldar sus deudas con la justicia, Claudio Silva sobrevivió a un ataque sicarial generado al interior de un conjunto residencial en el exclusivo sector de Colina Campestre, en Bogotá.
Era el 28 de julio, cuando hombres, portando armas con silenciador, esperaban a Silva Otálora en el parqueadero del conjunto, luego del arribo de varias camionetas blindadas, los sujetos atentaron en contra de los integrantes de la camioneta, a lo que estos respondieron generando una balacera. En esta acción, su conductor de Claudio, Víctor Julio Solano falleció. Las autoridades capturaron a uno de los sicarios.
Casi cuatro meses después, 11 de noviembre, Claudio Silva Otálora sufre el ataque que termina con su vida.
La Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación anunciaron que dispusieron de un equipo especial para dar con los móviles del caso y con los responsables del doble crimen.
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