Álvaro Uribe hizo una dura crítica a la reforma tributaria, especialmente al impuesto a los alimentos ultraprocesados

Para el exmandatario, la iniciativa económica genera informalidad y golpea la generación de empleo

Guardar
Álvaro Uribe Vélez, expresidente y
Álvaro Uribe Vélez, expresidente y exsenador de Colombia. REUTERS/Luisa González

El expresidente Álvaro Uribe Vélez se pronunció sobre el proyecto de reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro, especialmente al polémico artículo sobre impuesto a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, el cual, según gremios productivos y asociaciones, generaría un impulso al índice de inflación, entre otros fenómenos que impactarían la economía, sobre todo de las familias más vulnerables.

De acuerdo con el exmandatario, los alimentos que quedan gravados en la iniciativa económica generan mayor informalidad, menos empleo y menos consumo.

Además, lamentó que “no hubo manera de que se aceptara un período de transición productiva”.

Uribe Vélez también afirmó que el proyecto de ley, a corto plazo, aumenta el recaudo y da caja a los programas del Gobierno. Sin embargo, existe el riesgo, con otras reformas anunciadas, de que se puede disminuir la inversión, afectar el crecimiento económico, así como la generación de empleo y el recaudo.

Como posibilidad, detalló que puede haber la dificultad de la sostenibilidad de programas sociales.

No obstante, entre las modificaciones al impuesto a alimentos ultraprocesados se eliminó al pan, uno de los productos preferidos por los colombianos.

Al respecto, la senadora María Fernanda Cabal criticó que se haya aprobado dicho impuesto para otros productos. “Qué engaño decir que piensan en los pobres”, señaló al indicar la lista de alimentos gravados.

Lista de alimentos ultraprocesados gravados
Lista de alimentos ultraprocesados gravados con impuesto con la reforma tributaria de Gustavo Petro.
Lista de alimentos ultraprocesados gravados
Lista de alimentos ultraprocesados gravados con impuesto con la reforma tributaria de Gustavo Petro.

Las bebidas que no se gravarán

Con respecto al impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesado, el martes pasado se conoció el documento más reciente del proyecto reforma tributaria, que, hasta antes de los segundos debates en plenarias del Congreso de la República, buscaba un recaudo de 20 billones de pesos para financiar los programas sociales del Gobierno de Gustavo Petro.

Desde el comienzo hubo gran expectativa por el impuesto a las bebidas azucaradas incluido en esta reforma. No obstante, luego de las discusiones en las comisiones económicas y presiones de algunos sectores sociales, se añadieron dos modificaciones que podrían neutralizar los efectos que se esperaban para este impuesto: la concentración mínima de azúcar las bebidas y la exclusión de los edulcorantes no calóricos.

En primer lugar, en 2023 y 2024, ninguna bebida que tenga menos de seis gramos de azúcar por cada 100 mililitros tendrá ningún impuesto. Si la bebida tiene una concentración de entre seis y 10 gramos, pagará 18 pesos, y pagará 35 pesos toda bebida que tenga más de 10 gramos. No obstante, el representante a la Cámara Juan Carlos Losada alzó su voz de protesta: las bebidas azucaradas más populares contienen 4,9 gramos de azúcar.

La petición original era gravar las bebidas con cuatro gramos o más, pero algunos congresistas hicieron lobby para que se subiera el valor mínimo. El representante dijo que justo esto mismo pasó en gobiernos anteriores.

“Nosotros pensamos que este gobierno del cambio iba a gravar a las bebidas azucaradas y con este tecnicismo están dejándola sin pagar impuestos, pero peor aún: nos quieren hacer creer que sí tienen un impuesto. Porque empiezan a pagar a partir del 6 g, cuando la realidad es que prácticamente ninguna sobrepasa esta cantidad de azúcar y por lo tanto van a quedar exentas de pagar el impuesto”, reclamó Losada.

A pesar de este reclamo, los valores mínimos no se redujeron. No obstante, hay una promesa de bajar el umbral a cinco gramos desde 2025: el documento dice que por las bebidas entre 5 y 9 gramos se pagará 38 pesos, y por las de 9 o más gramos, 65 pesos. Vale la pena recordar que este umbral aún deja por fuera a las bebidas más populares.

Además de no gravar la gran mayoría de bebidas azucaradas por este mico, otro componente fue dejado por fuera del documento: los edulcorantes no calóricos, como el aspartamo, el acesulfamo-K, la sucralosa y la estevia. En Colombia, los fabricantes de alimentos no están obligados a reportar cuántos edulcorantes distintos a los monosacáridos y polisacáridos incorporan en sus preparaciones.

Entonces, si lo que se penaliza es la ingesta de estos componentes, la industria se limitará a reemplazarlos para evadir el impuesto y se frustrará la intención del articulado, que es cambiar los hábitos alimenticios de los colombianos y hacer que busquen alternativas saludables a estos productos.

“Al excluir los edulcorantes no calóricos del impuesto, se están dejando de lado otras consideraciones de salud pública, de equidad tributaria y de recaudo tributario efectivo y potencial”, dijo el senador Juan Pablo Gallo

SEGUIR LEYENDO:

Guardar