El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) publicó este miércoles los más recientes resultados del índice de inflación de septiembre y demostró una variación mensual del 0.93 % y una anual del 11.44 %. De esta manera, Colombia llegó a la tasa de inflación más alta vista desde finales de 1999, y lo que muestra el dato es que nuevamente fueron los alimentos y los gastos relacionados con la vivienda los que más se incrementaron durante ese periodo.
La economista de Scotiabank Colpatria Jackeline Piraján explicó que en términos de alimentos se vieron incrementos asociados a frutas frescas, pero también a rubros de la canasta familiar como lo es el arroz, los huevos y nuevamente se ven presiones nuevas en términos de la carne de cerdo y de res, incluso el pescado y a esto también se sumó el hecho de que varios elementos procesados nuevamente exhiben nuevas presiones al alza, ese es el caso por ejemplo del pan.
“En términos relacionados con la vivienda la mayor contribución la da la situación del incremento en los precios de la energía, particularmente por lo evidenciado en Santa Marta, pero también en Bogotá, donde estas tarifas de cobros se incrementaron. En cuanto a los gastos de alojamiento también se ve que los arrendamientos crecieron más de lo que lo hacían en un septiembre normal previo a la pandemia”, anotó.
Con todo lo expuesto, Piraján aseguró que se ve que esas presiones al concentrarse en alimentos y también en alojamiento, impactan sobre todo más a las personas de bajos ingresos y de ingresos vulnerables, así mismo, destacó que si bien en el promedio nacional la inflación está sobre el 11.44 %, para las personas más vulnerables esa inflación supera el 13 %.
“Con esto entramos en la recta final del año en la que esperamos que la inflación se mantenga cerca del 11.5 % o 12 % y eso genera un piso para las negociaciones del salario mínimo”, indicó la economista.
Aseguró que de cara a 2023 se espera que las presiones inflacionarias se mantengan altas en la primera parte del año y que posteriormente en el segundo semestre se vea algo de moderaciones en estas tasas de inflación.
“Por el momento, este resultado implica que el Banco de la República debe seguir subiendo sus tasas de interés. Probablemente vamos a volver a ver algún movimiento en la reunión de octubre y esto se transmitiría hacia futuro a mayores costos en el endeudamiento de los hogares, pero tal vez, eventualmente también a mayores remuneraciones de los depósitos de ahorro de los usuarios del sistema financiero”, enfatizó Piraján.
Fuego con gasolina
Por su parte, el abogado Daniel Briceño anotó que la inflación histórica que hoy padece Colombia no es culpa del gobierno de Gustavo Petro, lo que está claro, pero lo que si será responsabilidad de este será la aprobación de varios impuestos en la reforma tributaria que agravarán el problema. “Quieren apagar el fuego con gasolina”, agregó.
Entre tanto, el docente Gilberto Tobón advirtió que los más afectados con la alta inflación en Colombia son los hogares pobres, donde está por el 13 %.
“En estos hogares, el mayor porcentaje de sus ingresos se destina a alimentación. Por eso, el Gobierno debe considerar urgente una renta básica para apaciguar el alto costo de vida”, insistió.
A su vez, el exsenador Ernesto Macías indicó que los resultados de inflación son malas noticias para la economía de Colombia y, además, viene un problema más grave porque la reforma tributaria, como está el proyecto, hará estragos.
“Con este panorama el incremento del salario mínimo será otro detonante”, puntualizó.
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