La Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, destacó en un informe los riesgos que actualmente existen en el sector de la salud en Colombia. Allí se observó con preocupación, lo que para ellos, afectaría la asignación del presupuesto nacional y reforma que está proponiendo el gobierno nacional, a través de la ministra de esta cartera, Carolina Corcho, considerando que podría tener una implicación directa sobre las cifras de pobreza en el país, por lo tanto, le piden al Congreso de la República que revisen la cifras que presentará la funcionaria, asegurando así los recursos necesarios para la los servicios de atención y salud de los colombianos.
Precisamente el presidente del centro de análisis Mauricio Santa María pidió a través de sus redes sociales un análisis detallado del presupuesto a la salud con el que pretende según el que se piden explicaciones con el fin de evitar la de financiación de la salud en el año 2023:
“Le hago un llamado al Senado y a la Cámara de Representantes (Comisiones económicas), para que hagan un análisis detallado del Presupuesto de salud. Pedir las explicaciones que sean necesarias a quien corresponda. No podemos correr el riesgo de desfinanciar la salud en 2023. Hay preocupación”, aseguró a través de sus redes sociales.
En el informe aseguran que ha existido un avance en el sector de la salud desde los años 90, y que en la época más reciente cada vez más personas tienen garantizado el acceso a estos servicios, sin importar su nivel socioeconómico.
No obstante, destacan que si está aumentando el gasto en este rubro, lo que implica más cargue en los sectores vulnerables del país, a pesar de los esfuerzos que han tenido los anteriores gobiernos para mitigar sus impactos.
“El Centro de Estudios Económicos de Anif se dio a la tarea de proyectar un escenario en el que se duplicará el gasto de bolsillo, por falta de recursos para el aseguramiento. En este escenario, la pobreza monetaria a nivel nacional podría aumentar en 1,5 puntos porcentuales adicionales y la indigencia incrementaría 1,1 puntos porcentuales”
Por eso la ANIF ve con preocupación lo qué sería la situación financiera de la salud, asegura que este año se tendrá un déficit de 2 billones de pesos, y qué con la asignación del presupuesto para el 2023, se tiene que garantizar por lo menos el funcionamiento:
“Mencionamos, lo que podría significar disminuir los recursos destinados al aseguramiento y las consecuencias que esa situación tendría sobre las cifras de pobreza en el país. Finalmente hacemos un llamado al Congreso de la República sobre la necesidad de revisar en detalle el financiamiento del aseguramiento para así poder destinar los recursos necesarios para la financiación de las atenciones en salud de toda la población, en particular los más vulnerables”, destaca la ANIF en la apertura del informe.
Uno de los puntos que le llama la atención al centro de estudios, es que la anterior administración del ministerio de salud no tuvo en cuenta el impacto y demás aspectos qué dejó la pandemia.
Estás preocupaciones ya las han manifestado otras agremiaciones del sector de la salud, como la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral, ACEMI, estimando que se requieren 176 millones de pesos para financiar los servicios del régimen subsidiado y contributivo:
“Reducir el flujo de recursos en el sistema de salud agravaría los problemas de cartera y afectaría a los prestadores, al personal médico y al usuario, este último la mayor preocupación que tenemos”, advirtió la presidente ejecutiva de ACEMI, Paula Acosta.
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