Como ya es costumbre, se presentó el informe número 24 sobre la calidad de vida en Bogotá, que evalúa, a gran escala, 8 puntos o sectores como: bienestar y salud, economía y pobreza, dinámica empresarial, educación, movilidad, seguridad y convivencia, hábitat y medio ambiente. La idea de Bogotá Cómo Vamos es revisar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Plan Distrital de Desarrollo, PPD. Aunque la capital de la República va bien en algunos aspectos económicos y sociales, se raja en temas de equidad.
Dentro del análisis se destaca la reactivación económica que tuvo la ciudad durante el 2021, periodo analizado, que corresponde a la etapa de superación de los estragos dejados por la emergencia sanitaria derivada del COVID - 19, en ese sentido, hay varios aspectos que han cambiado, para bien y para mal, en un resumen general, de los 94 indicadores a evaluar, se presentaron avances en 48 y retrocesos en 46.
En materia de salud y bienestar, el análisis se priorizó en temas como desnutrición aguda en menores de 5 años, que es uno de los grandes objetivos del PPD, y todo lo relacionado con la alimentación en la población menor. A esto se le suman temas de coberturas de diversas patologías y condiciones como: Virus de Inmunodeficiencia Humana, VIH, enfermedades renales, diabetes y suicidios.
En este sentido el informe halló que:
“Frente a la seguridad alimentaria, hay una disminución en la frecuencia de desnutrición aguda en menores de 5 años en Bogotá, pasando de 3,7 % en 2020 a 2,8 % en 2021. Sin embargo, en la mortalidad por desnutrición en menores de 5 años, después de que este indicador se mantuviera en cero por numerosos años. en 2021 se presentó un caso de muerte por desnutrición en un menor de 7 meses en la localidad de Bosa”, aunque se presentó una reducción del 2,8 %, superando las cifras alcanzadas en el año 2019 y 2020.
Además, las coberturas en vacunación, de la tripe viral y pentavalente, siguen bajando; en ese mismo sentido, han aumentado los casos de infecciones de VIH, con una tasa de incidencia de 53,2 casos por cada 100 mil habitantes.
Hay dos indicadores que aumentaron en Bogotá y fueron la cantidad de suicidios y la prevalencia de abortos costeados de forma particular y no hechos por el sistema de salud:
“Para el 2021 se practicaron 10.636 abortos y la mayor cantidad de casos de IVE se dieron en el régimen particular, lo que da cuenta de las limitaciones que las niñas y mujeres enfrentan en el sistema de salud para acceder a este derecho. El embarazo en niñas y adolescentes ha disminuido, lo que evidencia un avance positivo”.
Dentro de las buenas cifras, se destaca que, durante el año pasado, la capital colombiana no solo mejoró e impulsó su economía, fue un motor para la recuperación de la situación a nivel nacional; que se refleja en la dinámica empresarial y la generación de empleo.
Por ejemplo, se crearon más de 70 mil empresas, adicionando más de 28 mil al total de las compañías, dándole más oportunidades de trabajo a los jóvenes, disminuyendo la tasa de desempleo en esta población en 8 puntos porcentuales, dejando el índice en un 17,8 %.
En este punto, hay una recomendación por la desatención a comunidades vulnerables, puntualmente la población migrante venezolana, ya que aumentó la pobreza monetaria y la violencia hacia este grupo:
“Entre el 2016 y el 2021 viene en aumento el homicidio de migrantes venezolanos. Así mismo, viene en aumento la población venezolana en la ciudad. Sin embargo, en el número de homicidios vs población, se evidencia que en el 2021 el crecimiento de homicidios fue superior al crecimiento del número de migrantes”.
Otro de los puntos que tiene ‘en deuda’ la ciudad es la educación, pues disminuyó el número de matrículas en los niveles de preescolar y primaria, se mantiene la tendencia de la tasa del analfabetismo y la población que se queda por fuera del sistema.
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