Este martes 19 de julio, a un día que se posesione el nuevo Congreso y a menos de un mes que se realice el cambio de gobierno en Colombia, la Escuela de Ingenieros de Antioquia manifestó su preocupación frente algunas de las propuestas presentadas por el presidente electo, Gustavo Petro, en relación con algunos de los temas fundamentales para el país.
La universidad antioqueña llamó la atención al gobierno entrante frente a las reformas que se contemplan para algunos de los sectores clave de la economía nacional, señalando que no se encuentran “sólidamente soportadas y podrían causar zozobra innecesaria y falsas expectativas que se podrían convertir en nuevas frustraciones”, enunciando ejemplos en sectores como la educación, salud y energético.
“Desde la academia hacemos una invitación al nuevo gobierno para centrar el propósito de la sociedad en el aprendizaje para avanzar en civilidad, calidad de vida y productividad de la economía, tanto en el campo como en las ciudades; y en esa meta, la importancia no radica en el carácter estatal o no estatal de las instituciones, sino en su calidad y pertinencia a costos racionales”, indicó la EIA a través de un comunicado.
Asimismo, señaló que si bien el sistema de salud con el que cuenta Colombia en la actualidad es susceptible a mejoras, se han generado muchas “dudas y pesimismo” frente a la idea de concentrarlo en solo ente oficial, tal como lo ha propuesto el nuevo gobierno, argumentando que la experiencia han evidenciado la “inoperancia de un sistema centralizado”.
En ese sentido, destacó el alcance de la Ley 100, señalando que antes de su implementación en 1993, la cobertura de salud alcanzaba el 20 % de la población a manos de una sola entidad, no obstante, con la llegada de esta norma se había logrado que actualmente el 99 % de la población cuente con acceso a este servicio fundamental.
“En cuanto al sector de energía y sus impactos en las finanzas del país, no generan optimismo las propuestas que se presentan para la “desescalada gradual del modelo extractivista porque no se puede desconocer la composición de la matriz energética mundial y la clara dependencia de los recursos fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural, que tienen una participación del 88 %, según la Agencia Internacional de Energía, mientras en Colombia esta dependencia es de 92 %”, indicó la universidad.
Asimismo, señaló que en el caso de la demanda, el transporte de carga y pasajeros representa el 46 % del consumo energético en el país, la industria manufacturera el 25 % y el sector residencial el 22 %, lo que evidenciaría, según la universidad, que el proceso de transición energética para reducir la dependencia de los combustibles fósiles tomaría décadas, no solo en el país, sino en el mundo, y aclaró que si bien es necesario avanzar en este propósito, es fundamental contar con diseños que evite los efectos negativos en el suministro energético.
Por otra parte, expresó sus preocupaciones ante las contradicciones públicas que han manifestado algunos miembros del Pacto Histórico y la poca coordinación y malos entendidos que han evidenciado frente a los nombramientos y comisiones de empalme a nivel regional, que estarían vinculados con supuestos beneficios personales, razón por la cual indicó que estos mensajes no generan la confianza que se ha buscado y pueden dar la idea que así será la forma de gobernar.
“El presidente electo ha logrado mayorías en el Congreso de la República bajo la bandera de un ‘Acuerdo Nacional’, con lo cual estaría asegurando la aprobación de los proyectos que presente a iniciativa del Ejecutivo, pero preocupa que esto se haya eventualmente logrado a cambio de cuotas burocráticas y beneficios particulares. Preocupa también el debilitamiento del sistema democrático ante la pérdida de los contrapesos de una necesaria oposición sólida, racional y argumentada”, concluyó la universidad.
SEGUIR LEYENDO: