Las labores del tratamiento de lixiviados, los líquidos que produce la basura y los residuos acumulados, en el relleno sanitario de Doña Juana no se ha hecho bajo los parámetros necesarios para impedir la contaminación de esa zona del sur de la ciudad. Así lo determinó la Alcaldía que decidió denunciar penalmente el incumplimiento y la Personería de Bogotá que determinó que ya hay consecuencias irreversibles por su vertimiento al río Tunjuelo.
De acuerdo con la alcaldesa Claudia López, que denunció al operador del relleno, Consorcio Centro de Gerenciamiento de Residuos S.A. por tres presuntos delitos, desde hace 12 años se firmó el contrato para que implementara una planta de tratamiento de lixiviados y un plan, que en la actualidad apenas cumple la mitad de los parámetros, no ha construido la planta, sí ha cobrado el dinero e incluso demandó al Distrito por más de un billón de pesos.
Por esos (aún presuntos) incumplimientos, el daño ambiental a la zona ha terminado por afectar a todos los seres vivos. La Personería de Bogotá, según informó el director del ente de control Julián Pinilla, realizó muestras el pasado viernes 8 de julio del río Tunjuelito y el vertimiento proveniente de la planta de tratamiento de lixiviados de Doña Juana.
“También realizamos recorrido por la planta con el fin de verificar algunos apartes de su funcionamiento y se encontraron unidades sin acondicionamiento, con retrasos en su programación y ejecución”, sostuvo Pinilla.
Los resultados de los análisis de laboratorio de las muestras recolectadas serán entregados al Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en especial al manejo de lixiviados, en el seguimiento al cumplimiento de la sentencia del Consejo de Estado que ordenó un plan para evitar la contaminación del río Bogotá, así como su limpieza.
Pero en ese sentido, la planta de tratamiento y el manejo de lixiviados no habría mejorado la calidad del agua en los últimos años, por el contrario, ha afectado la estructura ecológica del río Tunjuelito y por el mismo camino la salud y la vida de los habitantes de esa zona de la ciudad.
“En el manejo de lixiviados en el relleno de Doña Juana hemos identificado diferentes problemáticas. No se evidencia articulación institucional de parte de las entidades responsables de su operación de manera eficiente. También encontramos contaminación ambiental con consecuencias irreversibles para el recurso hídrico, flora, fauna para el río Tunjuelo así como la ciudadanía del distrito capital”, señaló el personero distrital.
Pinilla señaló que el equipo del ente de control también identificó “un deterioro de la salud pública para los habitantes de los alrededores, por las condiciones de la calidad del aire, olores ofensivos, proliferación de vectores y evidente deterioro del recurso hídrico, con una total vulneración al derecho a un ambiente sano”.
Desde la Personería solicitaron a la administración distrital que se tomen todas las medidas correspondientes para evitar mayores afectaciones a la calidad ambiental de la capital. La primera de ellas, es la denuncia penal que ya instauró la mandataria distrital en contra del operador por los delitos de peculado por apropiación, fraude procesal y fraude a resolución judicial.
Según la alcaldesa, habría un incumplimiento del contrato de concesión 344 de 2010, en el que se estableció la construcción de la planta de tratamiento, para el que se han destinado más de 163.000 millones de pesos, pero que ahora se encuentra peor que cuando fue entregado.
Después de cuatro años, cuando en el 2018 se zanjaron las discusiones judiciales según el Distrito, el operador no ha presentado los estudios de diseño para el tratamiento de lixiviados y ahora las reparaciones para cumplir con esa obligación podrían costar hasta 110.000 millones más.
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