Un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que la inseguridad alimentaria aguda afecta hoy a 200 millones de personas en el mundo, y el número crecerá debido a la guerra en Ucrania, el clima y las crisis económicas.
Colombia se encuentra entre los países que pueden enfrentar una crisis alimentaria. El impacto económico de la pandemia de covid-19, la inestabilidad política y social, la crisis migratoria y de desplazados, la inseguridad y la falta de lluvias destacan entre los factores que pueden generar más hambre en países como Colombia, prevé un informe de la ONU.
El informe Focos de Hambre advierte que el hambre ganaría terreno en Colombia, incluyendo a los migrantes venezolanos, debido una la combinación de la inestabilidad política, el impacto de la pandemia de covid-19, la crisis migratoria regional y el desplazamiento interno.
De acuerdo con el estudio de necesidades humanitarias de 2022, 7,3 millones de colombianos precisarán asistencia alimentaria este año y hasta julio de 2021 había 1,1 millones de migrantes venezolanos en el país en situación de inseguridad alimentaria, aunque reporta que esto ha mejorado ligeramente.
El texto también subraya que ha aumentado el número de migrantes venezolanos, que en agosto pasado llegaba a 1,8 millones acogidos en Colombia y adelanta que esa cantidad podría crecer. A ese colectivo se aúnan las personas en tránsito de América del Sur y el Caribe hacia el norte del continente.
En el terreno político, el documento refiere los retrasos en la implementación del acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y los grupos armados no estatales, que ha provocado violencia y nuevos desplazamientos masivos que podrían crecer por el malestar social y los posibles baches económicos a lo largo de las campañas electorales en curso.
Señala que la pandemia ha acrecentado la desigualdad y apunta que el alto nivel de la inflación seguirá afectando el poder de compra de las familias pobres.
La FAO y el PMA señalaron que el acceso de la asistencia humanitaria a Colombia es muy restringido y proyecta que empeore en las zonas afectadas por el conflicto.
Para afrontar el problema, el informe recomienda medidas como las transferencias de efectivo y la asistencia alimentaria tanto para los migrantes venezolanos como para las comunidades de acogida, así como la distribución de insumos agrícolas y el establecimiento de áreas para la producción rápida de alimentos, atención médica veterinaria, apoyo a la producción de forraje y ayuda para preservar los medios de vida.
Otros países en necesidad
Fuera de América Latina, el informe de las agencias de la ONU señala que Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen permanecen en el nivel más alto de alerta. Mientras que Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sudán y Siria se consideran “países preocupantes”, donde ya hay muchas personas pasando hambre y en los que se prevé que las condiciones se deterioren de aquí a mayo. El Sahel, como región, entra en esta categoría.
El informe precisa que Venezuela y República Democrática de Corea no están incluidas por la falta de datos, lo que no permitió una evaluación comparativa.
La comunidad internacional pide un cambio hacia unas prevención, anticipación y orientación mejores a fin de abordar las causas profundas de las crisis alimentarias.
Las causas profundas de las crisis alimentarias
Estas preocupantes tendencias son el resultado de múltiples factores que se retroalimentan entre sí, que van desde conflictos hasta crisis ambientales y climáticas, desde crisis económicas hasta crisis sanitarias cuyas causas subyacentes son la pobreza y las desigualdades.
Los conflictos siguen siendo el principal factor impulsor de la inseguridad alimentaria. Si bien el análisis es anterior a la invasión de Ucrania por la Federación de Rusia, el informe señala que la guerra ya ha dejado al descubierto la naturaleza interconectada y la fragilidad de los sistemas alimentarios mundiales, con graves consecuencias para la seguridad alimentaria y nutricional del mundo.
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