En la última semana dos niños pertenecientes a la comunidad wayuu, ubicada en el departamento de La Guajira, han fallecido a causa de complicaciones de salud asociadas a desnutrición y problemas respiratorios. El caso más reciente se reportó en la mañana de este miércoles 18 de mayo.
La ONG Nación Wayuu dio a conocer que, sobre las cinco de la mañana del miércoles, Samuel David Epieyu Epieyu, un menor de nueve meses perteneciente a la comunidad indígena wayuu toolomana, ubicada en el kilómetro 45 de la línea férrea del la empresa minera Cerrejón, falleció en un centro médico de Riohacha a causa de problemas de desnutrición.
La autoridad tradicional de la comunidad, Luis Pachecho, aseguró al diario El Heraldo que la muerte del niño indígenas sería responsabilidad de la multinacional por lo que, a modo de protesta, decidieron velar el cuerpo del menor de nueve meses en la línea férrea de la empresa Cerrejón.
“La responsabilidad social de la empresa Cerrejón en las comunidades indígenas wayuu con área de influencia de su operación minera es totalmente nula, a diario mueren niños, jóvenes y ancianos y la solidaridad y ayuda que reciben es poco o nada, mientras tanto en los diferentes medios de comunicación se jactan diciendo que están ayudando a las comunidades wayuu”, afirmó José Silva Duarte, integrante de la ONG Nación Wayuu al medio barranquillero.
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Nueve horas después de la muerte de Samuel David Epieyu, el diario El Espectador conoció que, un niño de un año de edad, identificado como Daiber Darío Gonzales, perteneciente a la comunidad indígena de Parrusain, ubicada en el kilómetro 65 de la línea férrea en Santander, falleció a consecuencia de una grave condición respiratoria.
La ONG Nación Wayuu señaló al mismo medio que, según la comunidad, la muerte del menor sería el resultado de los restos de carbón que quedan en la zona por cuenta del accionar la empresa minera Cerrejón.
La organización mencionó a El Espectador que otros adultos mayores de la comunidad también estarían presentando afecciones en su salud “por problemas de hambre asociados a temas respiratorios a causa del polvillo que deja a su paso el tren que transporta carbón por los territorios indígenas wayuu”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), en lo que va del 2022, han fallecido en La Guajira 21 niños menores de cinco años a causa de desnutrición o por problemas asociados a esa misma afección. Por su parte, cifras de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) entregadas a Alerta Caribe, indicaron que la región ya acumula 5.320 muerte de niños y niñas por desnutrición, mientras que, a la fecha, 16.000 se encontrarían en estado de desnutrición.
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Además de los problemas de salud a los que se enfrentan los menores indígenas de la región, la vocera juvenil de la comunidad wayuu del municipio de Manaure, Beatriz Salas, denunció al mismo medio que se le suman las precarias condiciones en las que los niños y niñas reciben su educación, situación que, en muchos casos, contribuye a que se enfermen.
“En el departamento de La Guajira, en cinco de cada diez colegios los niños tienen que hacer sus necesidades fisiológicas al aire libre y en el 29% de ellas debe consumir agua de jagüeyes”, expuso Salas a Alerta Caribe aseverando que, “la muerte de los niños y niñas no solamente es física, sino que también matan su derecho a educarse con dignidad”.
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