Hace poco más de un año, Natalia Durán reveló a la opinión pública que padece un agresivo cáncer de tiroides, por el cual ha atravesado un duro proceso de recuperación del que entregó nuevos detalles en la noche del pasado martes, cuando realizó una dinámica de redes sociales conocida como ‘la caja de preguntas’.
Por ejemplo, cuando una de sus seguidoras le preguntó qué significado tenía para ella la palabra ‘enfermedad’, la actriz no dudó en responder que, contrario a lo que otros puedan considerar, no se trata de un “enemigo externo” que quiere atacarla, sino de un proceso interno que le exige a la persona aprender a conocerse y descifrarse a sí mismo en su interior.
“Es la inteligencia del cuerpo que usa su mecanismo de compensación a una información que está descompensada, entonces no veo la enfermedad como algo malo y externo que hay que atacar, sino como una invitación a descubrir por dentro cuál es toda esa información que debemos ecualizar”, explicó.
De igual manera, Natalia Durán aprovechó la ocasión para responder cómo ha hecho para manejar los problemas de salud mental que han llegado de la mano con el cáncer, tales como la depresión y la ansiedad.
“Mi práctica fundamental es no tenerle miedo al miedo, ser capaz de experimentar esos estados sin que eso implique no hacer nada al respecto. Nosotros tenemos mucha capas: en la primera de ellas, la del cuerpo, hay que comprender cuáles son los factores que inducen, alimentan y empeoran la depresión, como las dietas inflamatorias que afectan el sistema nervioso, los químicos del agua, las radiofrecuencias y todos esos factores que influyen en el ánimo. Después está la capa mental, ahí están las técnicas de respiración, la meditación y la terapia. Y por último, está la parte espiritual que, de alguna manera, se ve influenciada por las otras dos, allí están mis creencias espirituales respecto a la vida”, aseguró la caleña de 38 años.
En cuanto a cómo ha hecho para tener energía en momentos que su enfermedad se la quita, Durán advirtió que ha sido fundamental “entender la práctica del ayuno”, pues a pesar de que muchas personas puedan creer lo contrario, para ella esto ha traído una “vitalidad enorme”, gracias a que produce inflamación y desintoxicación de su cuerpo.
Además, también dejó saber cómo ha hecho para atravesar el dolor por sus diagnósticos y qué piensa sobre la muerte.
“Solo puedo hablar desde mi visión y mi experiencia netamente personal sobre esto. Gracias a mi sistema de creencias concibo este cuerpo como un vehículo para la experimentación de este fenómeno que llamamos vida. Dentro de mis creencias yo tengo una consciencia espiritual, es decir, una consciencia más grande y expandida. Teniendo en cuenta esto, cada reto para mí significa una maduración, una expansión de esa consciencia. (...) No es que no la pase mal ni tenga momentos negros, porque aún los tengo. Sin embargo, comprender que mis capacidades naturales y el dolor hacen parte de una respuesta sabia e inteligente que tiene mi cuerpo para su supervivencia, hacen que cada día más comprenda todo como un fenómeno de ser humana y no como un fracaso”, concluyó.
Vea aquí otras respuestas de Natalia Durán:
La actriz de de ‘A corazón abierto’ y ‘Corazones blindados’ ya ha sido sometida a tres cirugías, pero el cáncer de tiroides ha sido tan fuerte que le hizo metástasis en varias partes del cuerpo, por lo cual ha tenido que mirar otro tipo de tratamientos y procesos que le permitan alargar su vida.
“Mi gente linda: reporte flash porque hoy quiero hablarles de otras cosas. La patología no salió tan chévere, tengo muchas más metástasis de lo que creía (sic)”. Sin embargo, un parte alentador es que me he ido recuperando del síndrome de Asia, que es el síndrome Auto Inmune, por el cual dos de mis médicos creen que tengo este cáncer”, comentó tras salir de su más reciente intervención quirúrgica.
¿Qué le pudo haber causado el síndrome de Asia?
De acuerdo con lo expuesto por la caleña de 40 años en un valiente relato que publicó la semana pasada, durante sus primeros años de edad y a manos de Fernando Segura, su padre biológico, se convirtió en víctima de abuso sexual y psicológico. Además, removió otro doloroso recuerdo al mencionar que, años más tarde, dos de sus primos también la accedieron carnalmente de manera forzada.
“Fue un papá que abusó de mí sexualmente hasta que yo tenía 3 añitos (...) Abusó de mí de todas las maneras, de manera violenta, de manera sexual, maltrató a mi mamá delante mío. Abusó de ella también”, expresó Natalia Durán sobre este hombre, quien ya falleció.
Este tipo de violencias, según dijo, crearon en ella una falta de autoaceptación con respecto a su cuerpo, la cual se sumó a las exigencias de una sociedad e industria en la que se resalta el atractivo físico, y terminó por someterse a un implante de prótesis mamaria.
“Era un cuerpo que no me pertenecía, en el que siempre me sentía muy incómoda, sentía que algo no estaba bien conmigo”, explicó.
Por cuenta del aumento en sus senos, Durán comenzó a desarrollar una serie de síntomas que, tras varios años de exámenes médicos y de estudiarse a sí misma, notó que son muy similares a los de una persona que sufre el síndrome de Asia, ocasionado por la presencia de este tipo de prótesis en el cuerpo. Posteriormente, los médicos confirmaron la presencia de esta enfermedad en su cuerpo.
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